El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha activado finalmente el proyecto de la presa de Montesa, una infraestructura concebida para regular los caudales del río Cànyoles y evitar inundaciones de la Ribera, con la licitación por 1,2 millones de euros del contrato de servicios para la tramitación ambiental y la redacción del proyecto de construcción.
Se trata de una presa de laminación contemplada en los diferentes planes hidrológicos y planes contra inundaciones en la cuenca del Xúquer que se han elaborado como poco desde hace dos décadas que, no obstante, ha sufrido diferentes aplazamientos desde que en 2008 se anunció su viabilidad técnica y el inicio de las obras para el año siguiente.
La crisis económica frenó entonces de golpe este tipo de infraestructuras que requiere de elevadas inversiones -la última revisión del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación estima el coste de la presa en 70 millones de euros- y prácticamente todas las actuaciones que contemplaba el plan que, a diferencia de otros proyectos que se han ido descartando, mantiene la necesidad de regular los caudades del Cànyoles para evitar inundaciones en la Costera y, principalmente, en la Ribera.
Los últimos episodios de fuertes lluvias han evidenciado lo peligroso que puede llegar a ser el río Albaida por las aportaciones descontroladas del Cànyoles, que recibe aguas abajo de la presa de Bellús. La confluencia del Albaida con el Xúquer en el término de Alberic se ha mostrado como un punto crítico en episodios de intensas precipitaciones que afectan a ambas cuencas. El desbordamiento registrado en enero de 2020, que llegó a cortar la autovía A-7, marcó un punto de inflexión. La CHJ asumió el compromiso de aumentar la retención de caudales en Bellús, limitada por el plan de explotación para evitar la inundación de los taludes que sustentan la línea del ferrocarril, para garantizar la seguridad de la Ribera. El actual presidente de la CHJ, Miguel Polo, ya anunció en junio durante una visita a Alzira la intención del ministerio de licitar el proyecto de la presa de Montesa con el mismo fin.
56 metros de altura
Se trata, no obstante, de una obra que genera recelos entre los colectivos ecologistas por el impacto que tendrá y en este sentido se han manifestado tanto Acció Ecologista-Agró como la plataforma Xúquer Viu. Esta última aboga por sustituir este tipo de infraestructuras por otras actuaciones más sostenibles y respetuosas como la recuperación del espacio fluvial del río.
Con todo, la licitación por la Dirección General del Agua del ministerio del contrato para redactar el proyecto de construcción de la presa de Montesa y la tramitación ambiental no implica que se vaya a materializar de forma inminente ya que el gabinete que resulte adjudicatorio contará con un plazo de dos años para elaborar este documento técnico. Teniendo en cuenta los plazos administrativos de presentación de ofertas, apertura de plicas y estudio de propuestas, la adjudicación es presivisble que no se formalice hasta el segundo semestre de 2022.
Como ya adelantó Levante-EMV, la hoja de ruta que contempla la última revisión del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación señalaba como fecha tope para inicio de las obras en 2027 y no contemplaba su finalización hasta 2033.
Los estudios técnicos defienden que se trata de obras localizadas que permiten una importante reducción de los caudales que llegan a la llanaura de inundación del Xúquer y, según la ficha técnica del proyecto, la tipología de presa elegida según los estudios de viabilidad técnica y medioamiental desarrollados apuntan a una presa bóveda o arco de doble curvatura de 56 metros de altura.
