¿Se imaginan tener que sacar a un lesionado de una instalación deportiva por encima de una valla? Eso tuvieron que hacer miembros del club de fútbol Ciutat d’Alzira el pasado sábado con el futbolista del Algemesí C.F. Rubén Violero, que se desplomó durante el partido que les enfrentaba a ambos.
El club alcireño ha pedido disculpas por un problema «que no lo causamos nosotros, sino el ayuntamiento». Desde hace meses, los cientos de usuarios de la ciudad deportiva Jorge Martínez «Aspar» entran y salen por una única puerta «en la que hay unos tornos que no funcionan y donde pocas veces hay un portero porque tiene que atender otras funciones», indicaba un usuario.
La ciudad deportiva mide 700 metros de largo y «los padres, madres, niños y sobre todo abuelos tienen que recorrer 400 desde la antigua puerta de acceso al campo de fútbol y volver a recorrerlos a la inversa para llegar a los vestuarios o la oficina». En días lluviosos como el sábado, «pisamos tierra embarrada que puede provocar caídas y dificultó el traslado del jugador afectado hasta la ambulancia», explicó otro de los padres a este diario. De hecho, el jugador fue sacado «por encima de la barandilla al no estar preparado el acceso para camillas y sí en el otro córner, donde la puerta está cerrada, situación denunciada desde hace mucho tiempo», contaba el Ciutat d’Alzira. El Algemesí CF ha emitido un comunicado en sus redes sociales uniéndose a la denuncia del club alcireño.
El edil de Deportes, Fernando Pascual, se mostró cauto: «Una vez reunidos los representantes del club y del departamento, veremos qué dice el informe. Lo importante, como representante político, era interesarme por el estado de salud del chaval, que se encuentra bien».
