Las diputadas de Compromís en las Corts Valencianes Nathalie Torres y Graciela Ferrer presentaron ayer en Alzira la campaña «On està el meu tren?» para denunciar las carencias de la red de Cercanías y reclamar inversiones de mejora.
Torres denunció que en la última década apenas se han invertido 300.000 euros en la red valenciana, que cuenta con 19 millones de usuarios al año, cuando se habían presupuestado 3.400 millones, y comparó esta ínfima inversión con los 10.400 millones destinados al corredor del AVE Madrid-València y Alicante. Por otra parte, señaló que el servicio acumula anualmente más de 7.300 cancelaciones, unas deficiencias que han provocado que se pierdan millones de usuarios. Torres reivindicó una red de Cercanías «digna, verde, fiable y vertebradora, que conecte las comarcas». Asimismo, reclamó un transporte público unificado, interconectado y con un abono único, para lo que solicitó al Gobierno central que ceda las competencias de Cercanías.
Graciela Ferrer, por su parte, denunció que la línea que cruza la Ribera Alta, la C-2, se encuentra muy saturada de pasajeros y ha pasado de un 0,15 % de cancelaciones en 2015 a 1,41 % en 2019, último año del que se conocen datos, lo que supone que se han multiplicado por diez en solo cuatro años. Por lo que respecta a retrasos, detalló, se ha pasado de un 3,63 % a un 9,08 %, lo que supone que uno de cada diez trenes de la línea Moixent-València circula con retraso.
La diputada reclamó que se ejecuten las actuaciones necesarias para evitar estas cancelaciones y los retrasos excesivos y exigió una dignificación de la línea, con un mayor número de frecuencias, y de las infraestructuras. Compromís defiende que potenciar este servicio de trenes es una solución para aliviar la masificación de la A-7 y de la CV-50.
