Pese a que noviembre se ha saldado con una de las reducciones de desemplo más importante en meses, los datos de contratación no han sido tan espectaculares. De hecho, según explicó ayer UGT, en la comarca se registraron 16.307, lo que ha supuesto 769 contratos menos que en el 2020 es decir un 4,50 % de disminución interanual.
Por géneros, 6670 han sido a mujeres (40,9 %) y 9637 a hombres (59,1 %). La contratación indefinida mensual fue de 1.746 contratos (un 126,17% más que el año pasado) y la contratación temporal se situó de 14.561 altas. Esto significa que un 10,71 % fueron indefinidos y los temporales se situaron en un 89,29 %. Los contratos fueron, tanto en los temporales como en los indefinidos, un 81,12% a jornada completa y un 18,88% a tiempo parcial.
El secretario general comarcal de UGT, Raül Roselló, se congratuló por la evolución del desempleo pero no se conformó con la reducción: «Los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social reflejan una tendencia favorable de crecimiento en el empleo y muy especialmente un crecimiento muy destacado de la contratación indefinida que es la que marca la estabilidad de los trabajadores. Sin embargo, aunque la creación de empleo y el descenso del paro sean buenas noticias, se deben implementar cambios urgentes en el mercado laboral para evitar los problemas que tanto perjudican al conjunto de la economía», indicó el líder sindical.
Incremento salarial
Asimismo, reclamó una mejora salarial para reducir la precariedad laboral. «No pueden volver a acometerse devaluaciones salariales ni políticas de austeridad como las que se aplicaron tras la pasada crisis financiera y, en este sentido, reivindicamos un SMI de 1.000 euros mensuales para 2022, como paso previo hasta alcanzar el 60 % del salario medio en 2023 (unos 1.060 euros), es una condición imprescindible». En la misma línea UGT defendió que los aumentos salariales en convenio se sitúen por encima de la inflación en 2022, y que los salarios mínimos de convenio alcancen los 1.100 euros.
