El Centro de Salud Pública de Alzira ya investiga el vertido de más de trescientos kilos de carne de kebab encontrados en un solar abandonado a las afueras del casco urbano, junto a la ITV. Los culpables serán sancionados.

El sorprendente hallazgo, del que informó ayer Levante-EMV, estaba compuesto de alrededor de quince piezas de 25 kilos cada una de carne supuestamente en mal estado han sido abandonadas en pocos metros de distancia por causas que se desconocen, lo que supone no sólo una práctica totalmente prohibida sino también un riesgo sanitario. Las moscas y un incipiente mal olor envolvían los terrenos en los que un usuario de la ITV encontró de forma casual estos grandes bloques de carne, lo que hace sospechar que se trataba de un vertido reciente. El envoltorio de una de las piezas aparecía roto supuestamente por la acción de alguna alimaña.

Según fuentes consultadas del área de Salud Pública, la investigación ya está en marcha. «Esa carne tiene un origen y un destino y nuestra obligación es averiguarlo y sancionar a los culpables por ello», explicaron a este diario. La multa, de varios miles de euros, puede variar en base a la magnitud del vertido y a si el responsable es reincidente o no. «A fin de cuentas, es una cuestión de seguridad alimentaria, eso no se puede tirar por ahí», concluyeron.

La normativa que regula el tratamiento que debe recibir un producto de origen animal que no es apto para su comercialización bien porque ha caducado, se ha roto la cadena del frío -habitualmente los kebabs se congelan para la distribución- o tiene algún problema de carácter sanitario es muy estricta y obliga a contratar a una empresa especializada que se encarga bien de la destrucción o, en su caso, de su transformación para reintroducirlo en la cadena alimentaria de animales como pienso.