Las olas provocadas por la zambullida que se dio el Gordo de la Lotería de Navidad sacudieron ayer las playas de Cullera. Apenas fueron veinte décimos, pero la abultada cuantía del premio ha provocado un tsunami de felicidad que ha alcanzado la bahía situada junto a la desembocadura del Xúquer. Los décimos los trajo de Madrid el nuevo presidente de las cofradías de pesca de la Comunitat Valenciana, Vicente Pérez, que se detuvo ante la administración lotera de la estación de Atocha después de asistir a una reunión gremial en la capital.

Ha sido, sin duda, la mejor captura conseguida por este veterano marinero y armador cullerense, que también fue concejal del Partido Popular. Pérez lleva 34 años como patrón mayor en Cullera y lidera desde hace 24 años la asociación profesional de pescadores de la provincia. Pero hace apenas unas semanas fue elegido para representar a la Comisión Interfederativa de Cofradías de Pescadores de la Comunidad Valenciana. Esta responsabilidad añadida le ha obligado a viajar más para defender los intereses del sector, que no son pocos ante la caída de las capturas y las restricciones que impone la nueva normativa pesquera europea.

En uno de sus viajes a Madrid encontró la mejor oportunidad para planear con mayor sosiego su jubilación y mejorar la calidad de vida de su entorno familiar más próximo. Compró diez décimos en la estación ferroviaria del AVE y después los vendió a miembros de la cofradía de pescadores de Cullera, a familiares y amigos, y también a falleros de varias comisiones, que han recibido la suerte del Gordo aunque el primer premio no se ha dejado ver este año en la Comunitat Valenciana, salvo algún otro pellizco.

La secretaria de la cofradía de pesca también adquirió décimos, por lo que el radio de acción de los agraciados ha sido mayor. Las fuentes más fiables cuantificaban ayer en veinte los décimos del 86.148 que se habían esparcido por la ciudad, por lo que entre los afortunados se han repartido, en total, ocho millones de euros, a los que habrá que descontar la deducción por impuestos que irán a parar, como es preceptivo, a las arcas de la Agencia Tributaria.

Tributación a Hacienda

A cada décimo premiado con el Gordo le corresponden 400.000 euros. De ellos, solo se tributará por 360.000 euros, sobre los que se gravará el 20 %. De este modo, el premiado se quedará con 328.000 euros y Hacienda con los 72.000 euros restantes. Los afortunados en el sorteo ni siquiera deberán preocuparse de declarar este dinero. Al ir a cobrar el premio, Hacienda ya habrá restado su parte de forma automática.

Entre los agraciados en Cullera se pueden contar asalariados, funcionarios, hosteleros, familiares directos de las dos personas que compraron los décimos en Madrid, según diversas fuentes consultadas.

El patrón de pesca y exconcejal, abrumado por el golpe de fortuna, prefirió ayer evitar la presión de la prensa. Se limitó a confirmar que había comprado y distribuido los décimos entre personas de su entorno familiar y profesional y que estaba muy contento. Dejó de atender las llamadas de desconocidos y se refugió en su círculo de confianza.

Hacerse a la mar

Vicente Pérez lleva ligado al mar desde hace cuarenta y dos años. Es un gran experto del sector por su experiencia y tablas. De ahí que fuera elegido para representar al gremio, en el que es muy apreciado. Al ser hijo de pescadores aprendió muy pronto el oficio. Ya de joven se hizo a la mar con una embarcación de arrastre y ha trabajado sin descanso de pescador y armador.

Lleva 34 años como patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Cullera y hace 24 que ostenta el cargo de presidente de la federación provincial. Desde esos foros ha tratado de defender los intereses de los pescadores, que hoy se encuentran muy alterados por los efectos del nuevo Plan de Pesca para el Mediterráneo Occidental aprobado en 2019 por la Unión Europea, que afecta en gran medida a la flota de arrastre. También fue concejal del PP durante el mandato de Ernesto Sanjuán.

Un buen pellizco del Gordo de la Lotería de Navidad desembarcó ayer en Torrevieja. En el primer alambre de la séptima tabla, a las 12.12 horas, dos niñas del colegio de San Ildefonso cantaron el ansiado premio, con el número 86148.

Pedro Ángel Carmona, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, compró en noviembre cuatro de estos décimos en la estación de Atocha de Madrid, donde se distribuyó la mayor parte de las series agraciadas, y a su vez repartió ilusión entre sus compañeros.

Se quedó con uno y regaló los otros a tres amigos. Lo que se tradujo en cohetes y una celebración durante horas en un restaurante local para brindar por su suerte, valorada en 1,6 millones de euros (400.000 euros por décimo).

No fue en el único lugar de la Comunitat Valenciana en el que el 86148 generó sonrisas y celebraciones. También en Castelló vieron cómo la fortuna les guiñaba el ojo y les dejaba una importante inyección económica del número más buscado durante este sorteo de ayer.

En el equipo de gobierno

Así, el Gordo, pese a que pasó de largo en toda la provincia norteña del territorio valenciano al no haberse vendido en ninguna administración, consiguió colarse en el ayuntamiento de la capital de La Plana. Una concejala del equipo de gobierno y tres funcionarios contaban con un décimo cada uno .

Las personas agraciadas con este premio adquirieron la participación en la madrileña estación de tren de Atocha cuando se desplazaron hasta allí para asistir a una formación relacionada con su trabajo en el consistorio. El grupo que viajó hasta Madrid estaba comppuesto por cinco personas, aunque una de ellas optó por no sumarse a la compra de la suerte como sí lo hicieron las otras cuatro. Tanto el número elegido como el lugar de la compra fueron totalmente casuales, coincidencias de quien se encuentra de paso y acaba recibiendo el abrazo de la fortuna.