Las fotografías de la exposición de Levante-EMV —se puede visitar hasta este domingo 27 en la plaza Major de Alzira— reflejan sucesos de distinta índole acaecidos en las comarcas de la Ribera, durante los 150 años de historia de este periódico. Entre ellas, también hay espacio para los fenómenos meteorológicos con imágenes, sin duda, muy impactantes.

Una supercélula que cubrió Cullera en el 2004. La manga de agua frente a la costa de Sueca en 2016. Inundaciones, incendios, períodos de sequía... Instantáneas, la mayoría de ellas tomadas en los últimos 30 años. ¿Por qué? ¿Son cada vez más frecuentes? ¿Cuál es el motivo?

Un impactante tornado marino sorprendió a Sueca en 2016. © VICENT M. PASTOR

«No podemos hacer una afirmación así», responde contundentemente Rafa Armengot, meteorólogo y miembro de Avamet (Associació Valenciana de Meteorologia). El experto considera que «puede ser una apreciación», pero que no está reflejada en estudios estadísticos porque «no existen». En su opinión, esta concepción está más relacionada con la universalización del acceso a la fotografía —«está al alcance de todo el mundo»— y la potencia de las redes sociales con su consecuente «viralización». 

Rafa relata que, en su infancia, contempló durante horas una manga de agua frente a la costa de Oropesa «que pasó inadvertida». «Hoy se hubiera convertido en viral», afirma.

Territorio de inundaciones

Alzira inundada en 1982 durante la Pantanada de Tous. ED

Uno de los fenómenos meteorológicos que, con mayor frecuencia, azota a las comarcas de la Ribera es, sin objeción, el de las inundaciones. Episodios como los de 1982 o 1986; incluso algunos más recientes, como los vividos en los años 2013 y 2020. 

Para ellos, sí que hay una explicación: la orografía. Las montañas de la comarca, especialmente la sierra de Corbera y la de las Agulles, generan una serie de sistemas convectivos en forma de uve —son estructures atmosféricas con potencial para provocar tiempo adverso en la superficie terrestre—, que causan los periodos de precipitaciones intensas registrados en la zona. «Aunque este fenómeno no es siempre el causante; últimamente, sí que nos ha llamado la atención el aumento de su frecuencia», puntualiza el meteorólogo de Avamet.

Serie histórica de sequías

Las cuencas españolas están viviendo una etapa de sequía que está afectando —aunque en menor medida— a las comarcas valencianas. «Es una circunstancia típica de la irregularidad del ciclo pluviómetro mediterráneo», evidencia Armengot.

El estudio de José Ángel Núñez, quien elaboró una serialización de las lluvias desde el año 1864, concluyó que «las sequías del siglo XIX y principios del XX eran peores que las actuales».

Citando este estudio, se detectan periodos prolongados sin lluvias de forma regular a lo largo de la serie: en 1870 (de 4 años), 1910, 1930, 1950 (la «pertinaz sequía de Franco»), 1970, 1994 y entre los años 2013 y 2014. De hecho, según Armengot, «en la actualidad, no estamos batiendo ninguna marca de años precedentes. Nos afecta, nos llama la atención; nada más».

Las temperaturas aumentan

Para el meteorólogo de Avamat, el fenómeno «más evidente» es el incremento de la temperatura media y de «manera significativa» en los meses de invierno. Esta afirmación está respaldada por los registros de Aemet, según los cuales el otoño en la Ribera fue más cálido de lo habitual con un incremento de media de 0,8 º C.

Esta subida mantenida de las temperaturas provoca «un aumento de la energía atmosférica» que, en períodos de inestabilidad meteorológica, «dispara las probabilidades de presenciar fenómenos más virulentos», asegura Armengot. A pesar de ello, continua sin aventurarse a afirmar que imágenes como las que forman parte de la exposición de Levante-EMV, sean «cada vez más frecuentes». «Necesitamos datos para analizarlo», concluye. 

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