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Dimas Vázquez duda si volverá a presentarse como candidato a la alcaldía

Vázquez gobierna en coalición con PP, Ciudadanos y GISPM.

Tras tres años en la alcaldía, Dimas Vázquez acusa el “desgaste personal” de la gestión municipal; una responsabilidad que ejerce paralelamente a la de la secretaría general del PSPV de Sueca. A un año de las elecciones municipales previstas para mayo del 2023, se enfrenta a dos importantes decisiones.

La primera de ellas ya la ha tomado: renuncia a concurrir en el próximo congreso local socialista y, por tanto, abandonará el cargo de secretario general de la agrupación tras 11 años en el cargo. La segunda, la más difícil, sigue sin esclarecerla y prefiere esperar antes de confirmar si repetirá – sería la cuarta vez – como candidato socialista en las elecciones municipales, para tratar de revalidar la alcaldía por segunda legislatura consecutiva. “Es un terreno tan incierto que no me atrevo a pronunciarme al respecto”, confiesa.

El paso atrás en la responsabilidad orgánica responde a cuestiones de disponibilidad. Vázquez considera que la carga del trabajo gubernamental impide “estar al 100 % dedicado al partido”, por lo que prefiere que sea otra persona la que ocupe el cargo. También es cierto que, actualmente, la estructura orgánica socialista potencia la agrupación provincial por lo que, en cierta manera, se diluye la importancia de los liderazgos comarcales y locales.

Aún así, el proceso interno de los socialistas suecanos influirá en la elección del candidato socialista para las municipales del próximo año porque, en opinión de Vázquez, la persona que se presente a la alcaldía ha de “ser de la confianza” del nuevo secretario o secretaria general. “También yo he de mirar a esa persona a los ojos y saber que confía en mí y yo en él”, añade.

Balance de gestión

Sea o no el candidato, la valoración de sus tres años al frente del gobierno municipal arroja “sensaciones muy positivas” porque, a pesar de las dificultades, los “proyectos van saliendo”. Por este motivo mantiene “la ilusión”, un factor que considera “fundamental” para los candidatos al cargo y sus equipos.

Aún así, en el lado contrario de la balanza, se encuentra el desgaste personal, especialmente “de salud”, así como otras variables personales que le obligan a compartir la reflexión con los “de casa”.

Personas sobre las siglas

La confección del gobierno municipal de Sueca causó cierto revuelo, porque Vázquez y su equipo desoyeron las recomendaciones orgánicas al renunciar a gobernar en coalición con Compromís –fue la formación que ganó las elecciones- para armar un pacto con la derecha (PP y Ciudadanos), con la posterior incorporación del partido local GISPM, formación que gobernó en coalición con Compromís en la legislatura anterior.

Tres años después, el político sigue defendiendo este modelo de “gobierno de participación” en el que “las personas están por encima de las siglas”. Su apuesta ha resultado mejor de lo esperado, dadas las diferencias ideológicas en el seno de la coalición; el gobierno no ha estado en peligro en ningún momento.

Los nacionalistas son la única oposición restante, aunque su combatividad se ha ido diluyendo a medida que ha avanzado la legislatura. Con la salida de Raquel Tamarit, actual secretaria autonómica de Cultura y Deporte; la formación se encuentra en un periodo de redefinición.

La animadversión entre el PSPV y Compromís viene de largo. Gobernaron en coalición entre el 2011 y el 2015, pero la formación nacionalista prefirió gobernar con GISPM y prescindir de los socialistas en la legislatura posterior. Cuatro años más tarde, fue el PSPV el que rechazó pactar con la formación valenciana – los resultados le hubieran dado de nuevo la alcaldía a Tamarit- y Dimas Vázquez consiguió ser alcalde tras pactar con la derecha.

Un gobierno con expediente socialista ¿por resolver?

Esta operación propició que la dirección socialista amenazara con un expediente de expulsión a Vázquez y los otros cinco concejales socialistas; aunque parece ser que ha quedado en agua de borrajas. “No tenemos ninguna notificación de este proceso. Para nosotros es inexistente”, explica. Lo cierto es que, tres años después, Vázquez continúa siendo alcalde y el PSPV gobierna en la capital de la Ribera Baixa – es la 16ª ciudad más poblada de la provincia- después de doce años sin hacerlo.

  

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