Madres y madres de alumnos escolarizados en el colegio La Milagrosa de Cullera han llevado a la calle su protesta contra el silencio recibido como respuesta a su petición de iniciar los trámites para votar si se adpta o no la jornada continua, como ocurre en todos los colegios públicos del municipio.
El colectivo qe reclama la modificación de los horarios ha pasado a la acción. Aprovechando que estos dias está realizando el proyecto educativo de la Orden de las Hijas de la Caridad, solicitaron reunirse con el equipo directivo y se han encontrado de nuevo con el silencio por respuesta, por lo que el miercoles decidieron concentrarse, primero ante la entrada principal del centro para después trasladarse a la entrada de acceso de los alumnos para solicitar que les sea atendido su derecho a decidir.
Los manifestantes coincidieron en que el proyecto educativo persigue fomentar el éxito educativo y el crecimiento humano del alumnado y los padres creen que para llegar a este objetivo se necesita «no solo un cambio metodológico desde una óptica abierta e innovadora, sino que además se consulte con las familias para poder ser participes del cambio», según los representantes del colectivo de madres y padres.
«Por jornada escolar entendemos los tiempos escolares que el centro dedica a la dinamización, enseñanza y aprendizaje (incluyendo las actividades realizadas en el ámbito de cada una de las áreas o asignaturas), los recreos, el Plan de Acción Tutorial, Plan de Convivencia y el conjunto de actividades complementarias y extraescolares. Y el análisis de la actual jornada del centro y la valoración de parámetros tanto psicopedagógicos como socio-familiares, nos llevan a proponer éste nuevo modelo horario», sostienen los progenitores.
Para ese grupo de padres, la implantación de la jornada continua en el centro supone reorganizar los horarios escolares y extraescolares para beneficiar a todos los sectores de la comunidad escolar. «Nuestros hijos se han visto obligados a dejar sus actividades extraescolares por la carga académica y el desgaste que ocasiona para ellos tener que acudir al colegio en horario de mañana y tarde. Hemos sido testigos de como el cansancio se apodera de los pequeños al finalizar su jornada haciendo, imposible que compatibilicen su vida escolar con la familiar», defienden.
A la espera de ser atendidos por la titularidad del centro, los padres y madres anuncian que van a seguir desarrollando medidas de presión, «sin descartar ninguna de ellas, incluso cambiar a los alumnos de centro».
