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El PAI con 4.000 casas en el litoral sur de Cullera arrancará antes de un año

El ayuntamiento confía en que el sector del Brosquil inicie las obras antes de que en 2023 venza el plazo que marca el Pativel y revela que el promotor ya trabaja en actualizar el proyecto

Terrenos del PAI del Brosquil con el mar al fondo, en una imagen de ayer. | JOAN GIMENO

El Ayuntamiento de Cullera considera factible la posibilidad de que el PAI del Brosquil, un sector de aproximadamente 500.000 metros cuadrados que generará suelo para la construcción de 4.000 viviendas en la franja sur que linda con Tavernes de Valldigna, pueda comenzar sus obras antes de un año, tras la resolución del Tribunal Supremo que avala el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral (Pativel).

El Alto Tibunal ha revocado la sentencia del TSJCV que anuló este documento de ordenación territorial impulsado por la Generalitat Valenciana y, como adelantó el sábado Levante-EMV, sigue por tanto corriendo el plazo de cinco años que concedía para el inicio de las obras de estos planes urbanísticos -entre los que se encuentra en el del Brosquil-, un régimen transitorio que arrancó en mayo de 2018. En el caso de que en mayo de 2023 no hubieran arrancado los trabajos de urbanización, el suelo de este programa pasaría a ser suelo no urbanizable rural protegido.

No obstante, el gobierno de Cullera confía en que, dado que este PAI cuenta con un único propietario, se pueda adaptar a las condiciones que dimanan de la sentencia del Tribunal Supremo y que las obras de esta urbanización pueden empezar sin superar el plazo de cinco años que marcaba el Pativel.

Fuentes municipales confirmaron ayer que la empresa que tiene los terrenos del sector PR11, como se conoce en el argot técnico el PAI del Brosquil, ha iniciado los contactos en la Conselleria de Política Territorial «para intentar actualizar una serie de modificaciones que en su momento quedaron pendientes debido a la paralización del mismo».

Ampliación de la servidumbre

Este programa urbanístico planifica la construcción de un total de 4.000 viviendas en bloques de entre tres y siete alturas. El PAI fue aprobado de forma provisional por el Ayuntamiento de Cullera en septiembre de 2002 y remitido al Consell en mayo de 2003. No obstante, en agosto de 2004 y febrero de 2005, la dirección general de Costas emitió varios informes que cuestionaban los riesgos que podría provocar dicha actuación urbanística por su proximidad al litoral. Para ellos se cambió la zona de protección dejando una servidumbre de 200 metros y no de 100 metros como se contemplaba en el proyecto original y en el propio Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Cullera.

El Ayuntamiento de Cullera tiene claro que el PAI del Brosquil sí se encuentra entre los programas urbanísticos que decaerán si no inician las obras antes de un año, aunque tiene dudas sobre el Manhattan o PAI de la Bega, que proyecta la construcción de 33 torres de 25 alturas y dos hoteles de hasta 40 pisos junto a la desembocadura del Xúquer.

Fuentes municipales señalaron ayer que el ayuntamiento ha solicitado a la Generalitat que se «clarifiquen los criterios ya que por parte de la Conselleria de Urbanismo se considera que no está afectado por el plazo de cinco años del Pativel ya que parte de la urbanización está empezada, en tanto que la Conselleria de Medio Ambiente sí que lo incluye. Ante esta situación, hemos pedido a ambas consellerias que unifiquen criterios y aclaren la situación existente».

El ayuntamiento entiende que las obras ya han comenzado y que por tanto no es de aplicación el plazo de cinco años. En cualquier caso, señala que el sector Bega-Port resulta más complejo que el del Brosquil, ya que al existir diversos propietarios del terreno sería más complicado que los mismos se pusiesen de acuerdo para iniciar la construcción del mismo.

El Plan General de Ordenacion Urbana de (PGOU) Cullera de 1965 ya clasificaba esta zona como reserva urbana y así se mantuvo en el plan general aprobado en1995.

En el año 2023 se recuperó el proyecto al firmar el Ayuntamiento de Cullera y el, en aquel entonces, Instituto Valenciano de la Vivienda (IVSA) un convenio de colaboración que la Comisión Territorial de Urbanismo aprobó en 2007.

Fue en el verano del 2010 cuando el pleno dio luz verde definitivamente al PAI de la Bega-Port conocido como el Manhattan por el tamaño de los edificios.

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