Al alzireño Pedro Martínez se le están atragantando las primeras rondas de los últimos torneos en los que participa. El lunes se despidió antes de lo previsto del ATP 250 de Lyon, en el que partía como octavo cabeza de serie en dieciseisavos de final. Le ganó el japonés Yosuke Watanuki 7-6 (2), 4-6 y 2-6. El nipón, de 24 años, es el 263 del mundo pero en solo unos días se ha deshecho de Carlos Taberner (88) y ayer del coreano Kwon (71).
El ribereño ganó el primer set en el tie-break después de haberse roto mutuamente el servicio dos veces. En el juego definitivo estuvo más certero que el nipón, que solo hizo dos puntos. El primer juego perdido en el segundo set fue definitivo para caer 4-6. En el sexto juego, el ribereño tuvo dos puntos de break con los que podría haber reencaminado el set que el asiático remontó.
En la tercera manga, Martínez también perdió el primer juego y posteriormente el quinto, con lo que Watanuki encarriló la victoria con 1-4 que se convirtió en 2-6.
Éste es el cuarto torneo consecutivo en el que cae apeado a las primeras de cambio. En Miami perdió en tercera ronda al caer derrotado por Medvedev, actual número dos del mundo. La fortuna le ha sido esquiva en los cruces ya que han coincidido con auténticos «cocos». En Montecarlo le tocó en segunda ronda el polaco Hubert Hurkacz (número 13 en el ranking de la ATP). En el Conde de Godó barcelonés sería el bielorruso Ivashka, en este caso ya en la primera ronda, el que le ganó por dos ajustados sets (6-4, 7-6). En la Caja Mágica de Madrid fue el australiano De Miñaur (21) el que desempató el 1-1. Tampoco le fue mejor en Roma contra el joven italiano Jannik Sinner que venció 6-4 y 6-3.Pese a la derrota y a falta de los partidos de esta semana, Pedro Martínez subiría al puesto 41 gracias a la eliminación de Albert Ramon en Ginebra.
Con todavía muchos meses por delante, el alzireño es capaz de darle la vuelta a su situación firmar un balance anual con más victorias que derrotas. No hay que olvidar que 2022 arrancó de la mejor manera posible, ya que el segundo mes del año le deparó su primer título en el circuito ATP con la victoria en Santiago de Chile, en un torneo 250 en tierra batida. Tuvo que disputar cuatro complicados partidos, todos ellos a tres sets, para alzar el trofeo. Por aquel entonces, a finales de febrero, todavía no había alcanzado el Top-50 del ranking mundial ya que fue dicho resultado el que le permitió escalar más de veinte posiciones en la clasificación de la ATP. También le sirvió para consolidarse como una de las mejores raquetas del país.
