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El PSPV impondrá una gestora si no hay un pacto integrador en Alzira

Solo queda una semana para forzar un acuerdo o intervenir la agrupación para marcar otro rumbo

El PSPV impondrá una gestora si no hay un pacto integrador en Alzira

El tiempo se agota para el PSPV alzireño sin que se vislumbren oportunidades de alcanzar un pacto que permita aprobar una candidatura de consenso que desactive la batalla interna. Apenas quedan diez días para que concluya el calendario previsto por la dirección socialista autonómica para completar el proceso de renovación interna y la capital de la Ribera alta sigue ensimismada en vetos y reproches que incapacitan el más mínimo avance. Ayer todavía no se había convocado la comisión negociadora prevista para esta semana y cada día que pasa es más probable la imposición de una gestora que tome el control de la agrupación hasta las elecciones de mayo de 2023. Esta es la alternativa que toma más cuerpo entre las que baraja la dirección del partido para desbloquear el conflicto.

Ninguno de los dos sectores enfrentados acepta renunciar a la secretaría general. Adrián Sarria (candidato del sector oficial) y Gemma Alós (cabeza visible del sector crítico) están dispuestos a integrar a su contrincante en la nueva dirección local pero de ningún modo quieren ceder el liderazgo de la agrupación al estar convencidos de que la mayoría de los militantes les apoyan. La negociación se convierte de este modo en un bucle en el que prima la descalificación y las recriminaciones que remiten a un pasado convulso. La dirección del partido valora positivamente la apuesta renovadora que representan Sarria y Alós, aunque se muestra decepcionada por el fracaso del cara a cara que se mantuvo con ellos con la intención de desatascar la pugna.

La dirección del PSPV, como ya avanzó Levante-EMV el pasado 11 de mayo, está dispuesta a intervenir para pacificar la agrupación socialista alcireña y mejorar los malos resultados electorales que cosecha en los últimos comicios municipales. Y ya no descarta nombrar para ello una gestora que dirija el colectivo y prepare la nueva candidatura municipal ante la importancia que se concede a las elecciones que se celebrarán dentro de un año . El partido no ostenta la alcaldía desde que Pedro Grande entregó la vara de mando a Elena Bastidas (PP) hace casi dos décadas, en junio de 2003, y los dirigentes de la organización quieren revertir la pérdida progresiva de concejales en el consistorio. Hoy solo ostenta tres de los 21 que conforman la corporación municipal.

Si no se fuerza un nueva reunión negociadora para el viernes o el sábado, el margen de maniobra ya será muy estrecho.

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