Las ayudas arbitradas en 2021 por la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias para que los pueblos situados en zonas de peligrosidad sísmica elaboraran sus planes municipales de actuación frente a terremotos empiezan a dar sus frutos. Toda la Ribera está incluida en el mapa de peligrosidad de riesgos sísmicos -los últimos temblores detectados frente a la costa de Cullera y entre los términos de Antella y Sumacàrcer son un ejemplo, aunque se trata habitualmente de sismos de muy poca intensidad- y, por tanto, los 47 municipios que conforman la comarca tienen la obligación desde hace seis años de dotarse de este documento, aunque solo Benifaió cuenta en la actualidad con un plan homologado por el pleno de la Comisión de Protección Civil que, en las próximas sesiones, previsiblemente tendrá sobre la mesa los planes de buen número de municipios.
Otras trece localidades de la Ribera tienen ya un plan local de actuación ante riesgos sísmicos redactado que cuenta además con el visto bueno de la conselleria para encarar el tramo final de la tramitación, según confirman fuentes de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias. Al menos cuatro de estas localidades -Senyera, Alberic, Sant Joanet y Sumacàrcer- ya han aprobado en sus respectivos plenos este documento mientras que otra media docena tiene previsto hacerlo en la próxima sesión que celebren, en muchos casos, este mismo mes de mayo. En ese grupo se encuentran los ayuntamientos de l’Alcúdia, Antella, Gavarda, Alfarp, Beneixida o l’Ènova. La Comisión de Protección Civi es en última instancia la que tiene la potestad de homologar estos planes.
En base a los datos de la Agencia de Seguridad, también tienen ya el plan consensuado con la conselleria localidades como Alcàntera, Benimodo o Castelló. Por su parte, el Ayuntamiento de Almussafes también cuenta con el documento acabado y está a la espera de obtener la conformidad de Emergencias para pasarlo a aprobación al pleno mientras que otros como el de Llaurí tienen el documento en tramitación en la conselleria.
Retraso generalizado
Se trata de los ayuntamientos de la Ribera que el año pasado se pudieron acoger a las ayudas arbitradas por la Agencia Valenciana para la elaboración de estos documentos ante el retraso generalizado en su elaboración, especialmente si se tiene en cuenta que son 327 los municpios de la Comunitat Valenciana que tienen la obligación de elaborarlo y que, además, el Plan Especial de Riesgo Sísmio de la Comunitat Valenciana establecía inicialmente un plazo que vencía en 2016.
Sólo una decena de localidades cuenta a día de hoy con el Plan Municipal de Actuación frente a Riesgos Sísmicos homologado. Benifaió y Alacant fueron las pioneras en obtener esta validación en marzo de 2021 y, con posterioridad, se han homologado los planes de Rojales y San Fulgencio, en la Vega Baja, en el pasado mes de marzo, y de Busot (l’Alacantí), l’Alqueria d’Asnar y Cocentaina (El Comtat), Llanera de Ranes (la Costera), Almoines (la Safor) y Benicolet (la Vall d’Albada) en el pleno de abril.
La agencia ha vuelto a convocar este año ayudas para facilitar que los ayuntamientos se doten de este documento que organiza los recursos propios y aquellos que puedan movilizar otras Administaciones en caso de sufrir un terremoto y establecen los procedimientos de actuación si el temblor genera daños con el objetivo de tratar de minimizarlos.
