El concejal de Servicios Urbanos de Alzira, Fernando Pascual, estalló de nuevo ayer contra las conductas incívicas de algunos de los vecinos dela ciudad. El edil aseguró haber pedido la colaboración de la Policía Local para poner fin a la proliferación de vertederos incontrolados.
Este tipo de conductas generan tremendos quebraderos de cabeza a los ayuntamientos, que repiten, ya con cierto hartazgo el mismo mantra: «Se podría limpiar una zona diez veces, que siempre va a haber alguien dispuesto a ensuciarla». En el caso del consistorio alzireño, recientemente ha prestado especial atención a dos puntos concretos en los que la basura se acumulaba como si de un vertedero se tratase: el polígono de Materna y el Pont de l’Estret.
Pascual explicó ayer que su concejalía ha solicitado el apoyo de la Policía Local para que los agentes destinados a zonas rurales «realicen un seguimiento y, si ven alguna infracción, tomen nota para abrir un expediente sancionador a los infractores». Asimismo, recordó que arrojar escombros, trastos o basura en lugares no adaptados para ello puede acarrear sanciones que alcanzan los 3.000 euros.
«Es inadmisible que el comportamiento incívico de los vecinos que no cumplen con las normas lleve a este estado de insalubridad que afecta el resto del vecindario», lamentó Pascual, que añadió: «Trabajamos diariamente para mantener una ciudad limpia y facilitar el vertido de residuos y la recogida de trastos en todo el término municipal. Ante estas acciones, quiero pedir la máxima colaboración de la ciudadanía para evitar que imágenes lamentables de vertidos incontrolados e irresponsables, puesto que genera un impacto visual negativo además de antihigiénico y medioambiental».
