Todos los vecinos de Alzira podrán utilizar agua de la potabilizadora en sus hogares en un breve periodo de tiempo. El ayuntamiento ha alcanzado finalmente un acuerdo con la cooperativa Sagrada Familia, cuyo pozo urbano privado todavía servía a alrededor de 750 viviendas, para que se conecte a la red general.
De ese modo, tanto los vecinos del barrio como algunos del Torretxó dejarán de recibir el suministro del pozo y lo harán de la potabilizadora, como el resto de la ciudad. Un hecho que garantiza en sus grifos «agua de calidad, libre de nitratos y completamente apta para el consumo humano», subrayó el consistorio al respecto.
Tras la firma del convenio, el ayuntamiento recepcionará las instalaciones e infraestructuras utilizadas para suministrar agua a estos hogares, algo que se realizará de ahora en adelante a través de la red de agua potable que gestiona la empresa Aguas de Valencia.
La cooperativa ofrecía este servicio desde hace más de medio siglo. A pesar de que la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea obligaba desde 2003 a los ayuntamientos a regularizar el agua de consumo humano para que sea el responsable del control sanitario, ha habido que esperar casi dos décadas para que se cumpla en Alzira. «Hoy culmina un proceso que este ejecutivo progresista inició en 2015 y que permitirá que todos los azireños tengan agua de calidad. En estos años de gobierno de coalición se ha avanzado y hemos hecho posible todo lo que no se llevó a cabo a lo largo de años en un tema tan sensible como que los ciudadanos puedan disfrutar en sus hogares de agua de calidad y completamente apta para su consumo», destacó al respecto el concejal de Servicios Urbanos, Fernando Pascual.
Tanto el edil como el alcalde, Diego Gómez, agradecieron a los socios de la cooperativa Sagrada Familia «su predisposición, colaboración y buena voluntad» para alcanzar un acuerdo «que beneficia a toda la ciudad».
El paso definitivo tras gestionar el de San Bernardo desde 2019
El pozo de la cooperativa Sagrada Familia no es el único que ha asumido el Ayuntamiento de Alzira, aunque sí será el último. Hace menos de tres años, el consistorio lanzó una ofensiva similar para hacer lo propio con el de San Bernardo. En 2019, ambos todavía servían agua a más de 1.300 viviendas de los barrios del Torretxó, Sagrada Familia, las urbanizaciones de El Respirall, San Bernardo, Santa María de Bonaire II y las partidas del Xavegó, el Pla de la Murta, el Racó de les Vinyes, el Pla de Corbera, Vista Alegre y Vall Vert. En 2019, el consistorio ya integró en la red a los abonados del pozo de San Bernardo, que también operaba durante más de 50 años. El mensaje consistorial entonces era claro: llevar agua apta para el consumo humano a todos los grifos y reducir la compra de agua embotellada. Un objetivo que completa ahora en 2022.
