«Con internet las posibilidades son infinitas, mi meta es poder tener aqui el taller, dar trabajo a la gente del pueblo y enviar ropa a todo el mundo». La joven de Castelló Miranda Portero es una de las emprendedoras que ha aprovechado las ayudas del programa de la Mancomunitat de la Ribera Alta «Empoblar; empoderar per a poblar» para lanzarse a una aventura empresarial como diseñadora de moda que se había demorado por el parón generalizado que provocó la pandemia. Detrás de la marca «Tré the label» se encuentra esta joven que, a sus 27 años, se encarga actualmente de todo el proceso de diseño y confección en el taller. Sus prendas y complementos han encontrado en Reino Unido su principal nicho de mercado en unos primeros pasos siempre difíciles. Su estancia en Londres tras completar el proceso de formación en el Centro Oficial de Estudios Superiores Barreira le sirvió para empezar a dar a conocer una marca que era el resultado de un proyecto de fin de carrerra seleccionado como el mejor de la promoción y dejar algunos contactos.

«El cliente más prominente es Reino Unido y también he realizado ventas puntuales en Italia o Francia, sobre todo fuera de España. En el mercado español cuesta mucho vender prendas de calidad, el precio es un poco más alto y aqui la gente está muy arraigada a la ‘fast fashion’. Aunque la situación va cambiando, aún falta para poder compararnos con Europa, donde el poder adquisitivo es diferente», comenta la joven de Castelló, quien destaca que de todo el catálogo de diseños los bolsos son los que mayor aceptación están teniendo.

Miranda Portero define su estilo «como una mezcla entre la vida mediterránea y la urbana», ya que no oculta la huella de grandes ciudades como Londres o Nueva York, «que me influye mucho a la hora de diseñar». Señala como ejemplo unos corsés inspirados en la indumentaria valenciana «que para nada son corsés de valenciana y se puede salir con ellos por la ciudad».

La emprendedora detalla que, al finalizar sus estudios en 2016, intentó buscar un empleo en el sector de la moda, aunque en España vio muy pocas oportunidades. Se estableció en Londres durante una temporada, donde trató de impulsar el proyecto «Tré the label» y coloboró con estilistas, hasta que regresó a España para centrarse «un poco más en serio» en su proyecto empresarial. Al principio diseñó unas primeras colecciones que, según comenta, «eran menos comerciales» aunque le sirvieron para mostrar un estilo que dio a conocer a través del trampolín que representan las redes sociales. Había previsto que el año 2020 fuera del lanzamiento, pero la pandemia frustró sus expectativas.

Las ayudas del programa Empoblar, concebido para fijar a la gente joven en pueblos pequeños o que han perdido población a través de la creación de empresas, le hicieron reactivar su proyecto «y decidí dedicarme al cien por cien a él». Veinte emprendedores de la Ribera se han acogido a este plan que regula ayudas de hasta 6.421 €, lo que equivale al 75 % del salario mínimo interprofesional durante los nueve meses del proyecto. Miranda espera que el taller tenga continuidad y crezca. El presidente de la Mancomunitat, Txema Peláez, destaca la importancia de constatar que «desde un pueblo se pueden ofrecer servicios a todo el mundo».