El Perelló trabaja desde hace años para convertir el tomate en un reclamo de la propia entidad local menor. Tanto el consistorio como la cooperativa UNIPRO miman la producción, promoción y la calidad de esta preciada verdura que se cosecha junto a l’Albufera para transformar un producto agrícola en el «caviar de la huerta valenciana».

La cercanía del lago y del mar Mediterráneo aportan a esos terrenos arenosos unas características muy peculiares que juegan un papel muy importante a la hora de cultivarlo. El tomate de El Perelló se extiende desde el Perellonet hasta casi rozar la zona del dosel de Cullera en una franja de tierra dominada por los arrozales.

El tomate de El Perelló tiene unas características y cualidades organolépticas excepcionales. Es muy carnoso, tiene pocas semillas, su piel es fina, su sabor en boca es dulce y, sobre todo, cuenta con poca acidez. Según los técnicos agrícolas, estas cualidades se generan gracias al terreno en el que se cultiva. Y no solo por el suelo arenoso, sino también por el salitre del agua.

Se habla del tomate de El Perelló como queriendo aglutinar una sola especie o variedad bajo esta misma marca. Pero, en realidad, son muchas las variedades autóctonas que los agricultores de la zona han ido recuperando con el paso de los años. Todas ellas se aúnan, eso sí, bajo la marca de ‘tomate de El Perelló’. De estas, la más popular es la del tomate tipo valenciano. Aparte de esa variedad, sin embargo, hay otras como el tipo ‘raf’, ‘redonda’, ‘cherry bombón’, ‘pera’, etc. A pesar de ello, desde la propia cooperativa Unipro y los agricultores de la zona se sigue trabajando para introducir nuevas variedades de calidad contrastada.

El tomate de El Perelló se utiliza, principalmente, en ensaladas. ‘Delizia’ es una de las variedades típicas de la zona del Perelló, cultivada des de los inicios de la actividad agrícola en este terreno destacando por su sabor con una maduración natural progresiva de verde a rojo. Asociados a esta variedad hay otros dos tipos de tomate como son el ‘pitonet’, llamado en valenciano ‘mascle’, un poco más pequeño de forma más estrecha y corazonada. La otra variedad sería el conocido como ‘arreplegat’,un tomate más grande de tamaño con forma achatada e irregular. También se le conoce popularmente, y en contraposición con el anterior, como ‘femella’.

De todos los tamaños

Otra de las variedades populares aunque sea un híbrido de las que se cultivan en El Perelló es el conocido como ‘rotllo’, un fruto ligeramente aplanado y de buen tamaño que se agrieta mucho. Otras dos variedades muy conocidas y apreciadas entre los consumidores del tomate de El Perelló son la ‘éufrates’ y la ‘birloque’, con un tamaño que oscila entre 57 y 102 mm de calibre.

El tomate ‘raf’ es otra de las variedades que encuentra su lugar en la zona de El Perelló y que necesita un agua de riego con cierta salinidad, por lo que en la costa de la comarca la encuentra con facilidad. Es una variedad de tomate con un buen nivel de azúcares y que se caracterizan por su sabor y textura. Se trata de una producción complementaria al tomate valenciano.

La cooperativa del Perelló, fundada en 1950, posee un colectivo importante de agricultores que, sin duda alguna, se ha convertido en una de las partes más importantes para que su producto estrella, conocido ya como el «caviar de la huerta valenciana», haya adquirido un importante relieve a nivel comercial. Su trabajo se basa en las técnicas de los antepasados, que se han mejorado con innovaciones modernas que permiten sacar el máximo rendimiento a estas tierras arenosas del litoral valenciano. Hace medio siglo, la cooperativa vivió una revolución agrícola con la unión de los productores del tomate en una comercialización única, que culminó en 1975 con un código de calidad común en torno al tomate.

Planta tropical que se adapta sin ningún problema al cálido clima mediterráneo

El tomate valenciano de El Perelló se siembra entre noviembre y enero para comenzar con las primeras plantaciones en el campo a principios de enero. Los primero frutos se recogen en abril, alargando la cosecha hasta julio, incluso hasta mediados del mes de agosto. El cultivo se realiza en invernaderos con cubierta de plástico o malla. El cultivo del tomate del Perelló requiere suelos fértiles, frescos, humíferos, sueltos, permeables y profundos. Al ser una planta tropical, le vienen bien el clima mediterráneo, pudiéndose cosechar prácticamente durante todo el periodo cálido del año con una temperatura mínima de 12 grados centígrados y la óptima se encuentra centrada entre los 18 y los 20 grados centígrados.