La undécima edición del proyecto RIU ha desarrollado más de 100 acciones comunitarias de salud dirigidas a personas en situación de fragilidad social en Alzira. Once agentes de salud han participado ester año en la campaña, que ha impulsado programas de bienestar emocional ante el incremento del número de vecinos que sufren transtornos mentales. También se han llevado a cabo medidas de prevención del cáncer y de la violencia de género y salud reproductiva.
La iniciativa del Àrea de Servicios Sociales e Innovación Social del Ayuntamiento de Alzira, el Centro de Salud Pública de Alzira y Fisabio-Salud Pública, ha concluido este año con el reparo de los diplomas al grupo de agentes de salud, en la que ha paerticipado el alcalde, Diego Gómez, la regidora de Salud, Gemma y José Añó, director del Centro de Salud Pública de Alzira.
En esta edición se han llevado a cabo más de 100 acciones comunitarias como los puntos de información a pie de calle, talleres y conversaciones de promoción de salud y acceso a servicios y programas. La formación ha supuesto la capacitación de once personas de diferentes procedencias culturales, nueve mujeres y dos hombres, como agentes de salud, encargados de dar herramientas a las personas para que promuevan hábitos saludables.
El equipo que impulsa el proyecto RIU, encabezado por Joan Paredes, Dory Aviñó y Elena Resurreción, ha constatado un aumento del número de personas que sufren trastornos mentales a raíz de la pandemia de la COVID-19. Por este motivo, se ha incluido el bienestar emocional y la salud mental entre las temáticas del curso porque la población pueda identificar el que necesita y a qué recursos sanitarios puede acceder.
Los agentes han informado a la población sobre asuntos como el uso racional de urgencias y medicamentos o prevención del cáncer. Acciones que han reunido a 172 personas (122 mujeres y 50 hombres) de diferentes realidades socioculturales. Por otro lado, se han desarrollado 10 talleres en castellano, árabe y francés.
