El Ayuntamiento de Cullera quiere evitar a toda costa que rebrote la «guerra de las sombrillas», desatada cada mañana por decenas de jubilados que, nada más salir el sol o cuando se retiraba el dispositivo de limpieza de las playas,se lanzaban a la carrera cargados de parasoles para reservar un espacio en la primera línea del mar. En 2017 se puso fin a ese degradante espectáculo matinal y ahora las autoridades locales advierten que se mantendrán vigilantes para impedir la colocación de sombrillas a pocos metros de la orilla.Las multas pueden oscilar entre los 750 y los 3.000 euros.

El gobierno local no quiere más las carreras a las ocho de la mañana, justo cuando se abría al público la playa. No se podrá entrar en los arenales para plantar sus sombrillas en primera línea del mar y marcharse. Un bando recuerda hoy que esa costumbre está prohibida y advierte que las sombrillas que se coloquen indebidamente se retirarán.

Ante las quejas producidas por los usuarios, el ayuntamiento prohibió ese hábito el 13 de junio de 2017, una orden que volverá a estar vigente a partir del próximo 21 de julio. Desde esa fecha, los operarios de playas del Ayuntamiento de Cullera pasarán todos los días entre las 8:30 y las nueve de la mañana y retirarán las pertenencias, tanto parasoles como sillas, mesas que no estén utilizadas y se coloquen en la arena para reservar sitio.

El bando municipal recuerda a los usuarios que, en caso de que les sean retirados sus utensilios y pertenencias, tendrán que recogerlas en la Central de la Policía Local. Incumplir la normativa constituirá una infracción al artículo cuarto de la ordenanza de Policía y Buen Gobierno y el responsable será multado. La sanción más elevada será de 3.000 €.