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Alzira se reivindica como la ciudad en la que falleció Jaume I

Habrá un concierto de música antigua y una exposición

El muro que todavía se conserva de la antigua Casa de Rei. | PERALES IBORRA

Alzira está ligada históricamente a Jaume I. El rey aragonés asedió la ciudad hasta conquistarla el 30 de diciembre de 1242 y convertirla en una de las joyas de su corona. Aunque no existen pruebas inequívocas que confirmen ese pasaje, hay algunos historiadores que sostienen que el monarca murió en Alzira el 26 de julio de 1276, mientras se encaminaba hacia València. Al menos parece que fue en la capital de la Ribera Alta donde renunció a la corona en favor de su hijo Pedro. Un cuadro pintado en 1979 por Ignacio Pinazo adquirido por el Museo del Prado inmortaliza ese momento. Alzira forma parte por ello de la Ruta de Jaume I y el ayuntamiento, está decidido a reconstruir la Casa del Rei, de la que solo queda hoy en pie uno de sus muros. Cada 30 de diciembre, la ciudad conmemora solemnemente la conquista y este año, por añadidura, se han convocado actos para celebrar el aniversario de su fallecimiento. La apuesta por asociar el nombre de la ciudad a Jaume I es cada vez más firme.

Hace siete siglos, Alzira era una plaza muy bien fortificada y protegida por el Xúquer, que rodeaba la ciudad con uno de sus meandros hasta convertirla en una imbatible isla fluvial. Una vez rendidos los musulmanes, que habían convertido la Algezira árabe en una ciudad de gran relieve y efervescencia cultural, Jaume I concedió numerosos privilegios a los nuevos pobladores cristianos, entre otros la propiedad de la Acequia Real y la obtención del título de Villa Real. Su escudo local, con la corona y la llave, simboliza esta condición y la de un lugar clave de su reinado. En 1272 la ciudad también acogió Cortes del Reino.

El ayuntamiento local quiere fortalecer hoy ese vínculo y aprovechar la incorporación de Alzira a la Ruta Europea de Jaume I con la organización de actos conmemorativos del 746 aniversario del fallecimiento de Jaume I en la que también se conoce como Casa de l’Olivera ya que, su degradación llegó a tal extremo que hasta 1925 un olivo crecía en su tejado.

El próximo martes, 16 de julio, en el auditorio de la Casa de la Cultura se ofrecerá un concierto de música medieval que correrá a cargo de la compañía de Mara Aranda, una artista valenciana que goza de un gran reconocimento por su apuesta por recuperar partituras antiguas. Un día después, a las 11 de la mañana del miércoles, se inaugurará en el claustro del mismo recinto un exposición sobre Jaume I y la corona de Aragón.

La concejala de Patrimonio, Isabel Aguilar, reafirmó ayer su apuesta por «no dejar pasar la oportunidad» y reivindicar el legado de Jaume I «para permanecer ligados a un pasado que nos enorgullece como pueblo». El objetivo de transformar el solar en el que se ubicaba la Casa Real en un gran espacio museístico «se mantiene como una apuesta firme» del gobierno municipal.

La fortaleza en la que se alojaba Jaume I durante sus estancias en la Vila es en un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El ayuntamiento cuenta con una subvención de 2,6 millones de euros del Ministerio de Turismo para recuperar un tramo de 250 metros del paso de ronda por el interior de la muralla desde la torre del Saludador -en el extremo del parque de Arabia Saudí más próximo a las fincas de la avenida Luis Suñer- y la propia Casa Real. El objetivo es erigir un edificio que se convierta en un museo y centro de divulgaciónde la figura del monarca.

El consistorio prevé que cualquier nuevo hallazgo histórico se pueda integraren el futuro edificio.

El derribo de unas viejas casas a principios de 2001 en la calle Santa María, en el corazón de la Vila, permitió descubrir tres muros, dos de ellos de hasta ocho metros de altura que, situados uno frente a otro y, en perpendicular a la muralla, debían marcar los límites de la fortaleza en la que se alojaba Jaume I durante sus estancias en Alzira. Los expertos siempre han mantenido que se trataba de una torre que sobresalía por encima de la propia muralla y está documentado que en ella abdicó el monarca. La tradición oral y algunos cronistas de la época también sitúan en ella el óbito, por lo que la Casa del Rei se presume como una de las referencias del Itinerario Cultural Europeo que impulsan las agencias de viajes valencianas y de Baleares, y que también implica a Francia e Italia.

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