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El alza de precios fuerza al banco de alimentos a eliminar artículos básicos

Los voluntarios detectan un aumento de gente joven entre los usuarios del servicio solidario

Bolsas de comida preparadas en el banco de alimentos en un día de reparto, en una imagen de archivo. | PASCUAL FANDOS

La subida de precios generalizada empieza a afectar a los bancos de alimentos. De esta manera, la entidad Som Organització Solidària SOS Carcaixent-Banc d’Aliments ha tenido que modificar el contenido de las bolsas que proporciona a las familias más desfavorecidas. La inflación y la guerra en Ucrania han comportado que esta asociación de Carcaixent elimine el aceite como uno de los productos de primera necesidad. «No podemos pagar tres euros por cada botella, cuando hace cuatro meses valía un euro», señala el presidente de la entidad, Vicent Castelló, quien añade que esta decisión se debe a la falta de recursos, ya que «la diferencia de precios supone eliminar otros productos de la bolsa que también son necesarios». El máximo responsable teme que esta subida generalizada de precios les impida proporcionar durante los próximos meses algún tipo de alimento. «Nosotros subsistimos gracias a las aportaciones que nos facilita la gente o los supermercados, por lo que estamos bastante limitados», reconoce Castelló.

Cada semana, la decena de voluntarios de SOS Carcaixent entrega unas 200 bolsas llenas de alimentos básicos para poder completar las necesidades nutricionales de los mayores y pequeños que acuden a la entidad. Sin embargo, el responsable de la asociación reconoce que «solo les podemos ofrecer una pequeña ayuda, por lo que las familias no pueden subsistir toda la semana solo con estos productos proporcionados, sino que deben complementarlos con otros».

Actualmente ayudan a 200 familias de la comarca, es decir, unas 700 personas entre niños y adultos. La entidad reconoce que la cifra se ha mantenido estable durante este año, aunque sí que sufrieron un notable incremento tras la pandemia llegando a quintuplicar el número de familias que acudían al banco de alimentos.

Gente más joven

Sin embargo, SOS Carcaixent asegura que, a pesar de mantenerse el número de personas, han notado un cambio en el perfil de la gente que acude a solicitar ayuda. «Estos últimos meses hemos seguido alimentando a las 200 familias, aunque hemos visto que acude gente cada vez más joven, que oscila entre los 30 y los 45 años y con familia a su cargo». La entidad desconoce el motivo de este cambio de tendencia, aunque considera que puede estar relacionado con la inflación y una posible crisis económica tras la pandemia. «No pueden hacer frente a la subida de la luz o de los precios», indica Castelló.

El responsable de la entidad considera que el número de personas que acude a la asociación es solo una pequeña muestra de la situación actual, ya que «mucha gente no viene porque tiene vergüenza de pedir comida, aunque esta visión va cambiando». La procedencia de los usuarios también ha cambiado. Explica: «La mitad son inmigrantes, pero el otro 50% es gente de la zona». Los usuarios solo deben presentar el DNI para solicitar comida, ya que consideran que la gente que acude es porque «realmente se encuentra necesitada».

SOS Carcaixent, además, teme que la cifra de personas que solicitan ayuda se incremente durante los próximos meses. «Tenemos miedo de que acudan más familias a partir de septiembre porque nos encontramos bastante limitados. No sé si podríamos hacer frente a un aumento de la demanda», denuncia. No obstante, agradece el trabajo del voluntariado y la sociedad en general. «Siempre que necesitamos ayuda, la gente está dispuesta a prestarnos apoyo, ya sea como voluntarios o donando alimentos para los más necesitados». Gracias a esta solidaridad, SOS Carcaixent consigue alimentar cada día a 40 familias de la comarca.

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