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Solo tres comercios acuden al intento de reactivar el mercado de Alzira

El gobierno admite que el proceso ha resultado un «fracaso»

Pasillo central del mercado, con numerosos puestos cerrados, en una imagen de archivo. | PERALES IBORRA

Solo tres comercios han concurrido a la licitación convocada por el Ayuntamiento de Alzira para adjudicar los puestos del mercado «al detall» La Vila, por lo que el gobierno municipal se dispone a abrir una segunda fase en la que ofertará los locales vacíos por un año de prueba, con posibilidad de tres de prórroga, para evitar que el mercado minorista vuelva a ofrecer la imagen semidesértica de los últimos años. El concejal de Servicios Urbanos, Fernando Pascual, admitió ayer abiertamente que esta primera fase de la licitación ha resultado «un fracaso» y señaló que «no se han cumplido las expectativas» del movimiento social y de los propios vendedores que se activó para defender la necesidad de este servicio cuando, a finales del año pasado, el ayuntamiento anunció que no renovaría las concesiones vigentes que expiraban el 26 de diciembre dada la reducida oferta comercial del mercado.

Cuatro paradas de las trece con que cuenta el local ubicado en la Plaça de la Sang estaban ocupadas en aquel momento. El consistorio ya había desplazado a este mismo bajo la Oficina de Información al Consumidor (OMIC) aprovechando locales en desuso y, tras el proceso de negociación con la Asociación Empresarial de Alzira (AEA) y el gremio de hosteleros, licitó diez puestos tras aprobar un pliego de condiciones que, más allá del sector de la alimentación, abría la puerta al comercio generalista.

El resultado no ha sido el esperado ya que, como confirmó ayer el equipo de gobierno, sólo se han recibido tres propuestas, dos que pretenden abrir todos los días y una del sistema tira de contar para la venta directa de productos agrarios de cosecha propia que únicamente abrirá los miércoles, día del mercado ambulante. Los dos negocios que han pujado por un puesto en el mercado de La Vila, con una concesión a siete años con posibilidad de tres más de prórroga, son una pastelería y una charcutería, que ocuparán lo spuestos 6 y 11.

Fernando Pascual señaló que, pese al escaso interés mostrado por los propios comerciantes, el ayuntamiento «seguirá trabajando» para encontrar vendedores dispuestos a instalarse en las paradas vacías, si bien en esta segunda fase ya no se licitarán los puestos sino que se pueden adjudicar por un año de prueba con la posibilidad de tres de prórroga, siguiendo una m odelo ya aplicado en Carcaixent, señaló el edil. «Hay que pelear para encontrar gente que pueda estar interesada y que, al tratarse de un año, se atreva a probar, nos volveremos a reunir con comerciantes y hosteleros, pero en estos momentos no nos planteamos otra cosa», dijo el edil.

A diferencia de otras localidades, en las que el mercado municipal es punto de referencia, el mercado de Alzira languidece desde hace años pese a los intentos por reflotarlo realizados por el ayuntamiento y por los propios comerciantes que han pasado por sus instalaciones. La reubicación al corazón de la Vila, tras ceder las antiguas instalaciones para habilitar las dependencias de la delegación de Tráfico, provocaron un cierre temporal que para muchos comercios resultó letal. Pese a las experiencias de éxito de algunas paradas, la imagen del pasillo con numerosas persinas tiradas ha acompañado al mercado, lo que provocó que el ayuntamiento se llegara a plantear su cierre.

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