La galaxia gastronómica mira hoy a Sueca. Desde hace más de seis décadas es esta ciudad la que elige «la mejor paella del mundo». El certamen ha convertido a la capital de la Ribera Baixa en uno de los epicentros culinarios de España y en el indiscutible referente mundial del plato más reconocible de la cocina autóctona.

El decano de los certámenes gastronómicos españoles goza del reconocimiento universal del sector, no sólo por ser el más antiguo de la península ibérica, sino porque, además, en cada convocatoria aumenta la demanda de participantes llegados desde todos los confines de la Tierra.

Durante los últimos años se organizan semifinales en diferentes continentes. La participación de Norteamérica y, sobre todo de Asia, ya resulta muy significativa. Este año van a luchar por el primer premio 42 cocineros procedentes de 12 países distintos.

Hoy estarán presentes en el Passeig de l’Estació, recuperado tras la pandemia como sede del concurso, chefs de California y Texas (EE.UU), Puerto Rico, Alemania, Suiza, Reino Unido, Nueva Zelanda, México, Japón, Corea, Australia y Francia.

Competirán con tres restaurantes de Sueca, 14 valencianos y otros trece procedentes de Santander, Tenerife, Cadiz, Madrid, Palma de Mallorca, Tarragona, Formentera y Sevilla.

El aprecio de la sociedad japonesa a la cultura valenciana del arroz es particularmente relevante. Ya es muy habitual la presencia de cocineros nipones en el concurso.

Fueron de los primeros en reconocer la maestría arrocera de Sueca y aprenden sin descanso las técnicas de cocción a leña para convertirse en especialistas de un plato universal que despierta pasiones en todos los rincones del mundo: la paella.

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La mejor paella del mundo se elige en Sueca Joan Gimeno

Maestría arrocera en Sueca

Los orígenes del concurso se remontan a 1961. Ese año Sueca celebraba el 600 aniversario de la Troballa de la Mare de Déu y el entonces alcalde, Francisco Segarra, aprovechó la efeméride para crear una fiesta dedicada a la paella.

Así nació la Fiesta del Arroz, que incluía un concurso nacional de paella valenciana. La fiesta empezó a adquirir importancia y en sólo cinco años fue calificada de interés turístico. Cada vez se sumaba más gente hasta el punto de reunir a 1.600 comensales en 1974.

En 1987 se produjo un hito que marcó la evolución del concurso. Ese año, el Club de Jefes de Cocina de la Comunidad Valenciana, la Asociación de Cocineros y Reposteros de Valencia y la Federación de Cocineros y Reposteros de España se unieron a la organización y hoy se mantiene ese apoyo profesional liderado por Jesús Melero, chef del restaurante Ri-Ra de Sueca.

En 1990 llegó otro punto de inflexión al ampliarse la participación a Europa, América y Japón. Las puertas del concurso se abrieron al ámbito Internacional.

Y una vez consolidada la participación extranjera, se certificó la receta original de la paella valenciana de Sueca para darle oficialidad y se declaró el concurso como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Las ganas de superarse cada año han añadido un plus de motivación que se concretó en un cambio en la dirección del festival, que hoy corre a cargo de Tony Landete, para quien, «celebrar la presente edición será algo diferente, ya que la esperamos vivir de una forma tan especial como cada uno de los años que se ha estado celebrando el concurso».

Ilusión no falta. Para los participantes y los asistentes es todo un gustazo.