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«Es de justicia cerrar el lamentable episodio de los créditos de 1982»

El Colegio de Abogados de Alzira agradece el plan del conseller España por proteger a personas «vulnerables»

El decano del Ilustre Colegio de Abogados de Alzira, Agustín Ferrer, celebra que se haya cerrado definitivamente el episodio de la rotura de la presa de Tous. «Es de justicia cerrar definitivamente este lamentable episodio. No tiene sentido que unas ayudas que se dieron a los damnificados para ayudarles a superar y reponer todo lo destruido sean, después de tantos años, objeto de reclamación por parte del Instituto de Crédito Oficial», reivindica Ferrer.

El decano recuerda que muchos de los demandados sufren «precariedad económica cobrando intereses del 7% durante años, deudas de más de 30 años de antigüedad».

Ferrer se ha reunido esta semana en la Conselleria de Hacienda, junto a la vicedecana del Ilustre Colegio de Abogados de Alzira, Grissela Felguera, con el Conseller de Hacienda y Modelo Económico Arcadi España, y el Director General del Instituto Valenciano de Finanzas Manuel Illueca. El objetivo del encuentro era llegar a una solución real para poner fin a la reclamación de una cincuentena de créditos suscritos por damnificados de las trágicas inundaciones de 1982 por el ICO.

El ICO presentó una batería de demandas contra los damnificados de la rotura de la presa de Tous, personas de avanzada edad, ciudadanos vulnerables que viven de sus pensiones y la mayoría de escasos ingresos económicos.

«Estamos ante personas vulnerables que tienen derecho a una especial protección, valoramos muy positivamente la gestión del Conseller de Hacienda y agradecemos la implicación personal que esta teniendo en un tema tan delicado. Por eso, confiamos en tener una solución político. Como sociedad estamos obligados a dar una solución, debemos reclamar del ICO una mayor sensibilidad con las personales vulnerables», concluye el decano.

Las reclamaciones impulsadas corresponden a préstamos formalizados en los años 1982 y 1983 por damnificados que necesitaron ese apoyo financiero para rehacer sus vidas. En muchos casos, los titulares han fallecido y las reclamaciones van dirigidas a viudas o descendientes.

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