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Tribuna del domingo

El ombligo del mundo suecano de compromís

El ombligo del mundo suecano de compromís

En esta vida, hay personas o colectivos de personas, que se consideran el ombligo del mundo, aunque lo cierto es que sólo lo son de su mundo. Es gente «imprescindible» intenta imponer su mundo a los demás, ya que el universo, a su entender, se puede parar si no están o participan ellos.

Toda esa reflexión va relacionada con el escrito que publicó la pasada semana en estas mismas páginas Compromís per Sueca, con la temática del Concurso Internacional de Paellas de Sueca de fondo. Tenía pensado no responder a sus habituales descalificaciones, pero al final decidí contestar. Más adelante justificaré porqué decidí en última instancia darles respuesta.

Cuando una persona, con intencionalidad, busca el conflicto en un día en el que pueden haber focos mediáticos, denota una falta de ética importante, y más de cara a su ciudad.

Ese día, en la salida de la comitiva oficial hacía el Parc de l’Estació, el diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví, sin mediar palabra con ningún representante del ayuntamiento, se colocó en la primera fila, donde lo habitual es que estén las personalidades invitadas, pudiendo estar libremente en otra de las filas de dicha comitiva, sin problema alguno.

Una de las responsables del Concurso Internacional, de manera educada le indicó que podía estar en la segunda fila, a lo cual, el diputado le espetó un más que sonoro abrupto. Respondió: «Una merda», que se escuchó a varios metros de distancia. Poco después un policía local en acto de servicio le indicó lo mismo, a lo que el citado diputado, en tono de burla, y así lo confirma el propio agente policial, le contestó «que le gustaba su profesionalidad». Para finalizar este sainete, a mi entender montado de manera premeditada, a una concejala del Ayuntamiento de Sueca, con tono de superioridad, le dijo: «Tia, en tu jo no parle».

Con todos esos mimbres lo normal, y después de tantas muestras de prepotencia y falta de educación, es que se le indicara que no estuviese en primera fila de la comitiva. Detalles que en ningún momento Compromís per Sueca, ha citado, por lo que, como es costumbre en ellos, cuentan y manipulan la verdad a su interés en todo lo que publican.

En los actos protocolarios que organiza el ayuntamiento, hay que respetar las formas y aceptar humildemente si uno puede estar invitado o no. Ya que en esta vida no se puede dar por sentado, que somos imprescindibles en ningún lugar, incluído el propio Joan Baldoví.

Como he indicado al principio, no iba a responder a un escrito incompleto y fuera de lugar de Compromís, otro más, pero el final del texto fue determinante para decidirme a darle respuesta.

Quiero admitir que estoy inmerso en el mundo de la política y que, dentro de dicho ámbito, puedo «aceptar» que los rivales políticos, en este caso los dirigentes de Compromís, se dirijan contra mí, y más ahora que se acercan las elecciones y el populismo fácil de algunos brota por los poros de su piel.

Lo que no aceptaré nunca es que utilizen o mencionen a mi familia en sus escritos, que sólo es culpable de que su padre o su marido sea el actual alcalde, para atacarme de manera miserable y deleznable. En política debe haber líneas rojas que no deben de cruzarse, y ustedes, señores de Compromís, con sus intencionalidades manifiestas, han demostrado a los ciudadanos quiénes son, si es que no lo sabían ya.

Mientras, en el ayuntamiento seguimos trabajando codo con codo para nuestros vecinos con el objetivo de mejorar, de un manera transversal, nuestra ciudad.

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