El Departamento de Salud de la Ribera ha conseguido reducir un 21,35% el cálculo de la huella de carbono en 2020. "Nos encontramos en proceso de renovación para calcular la huella del año 2021, ya que con la certificación de la nueva versión de la norma, que es más estricta, seríamos el primer hospital público de España en conseguirlo", señala la responsable de Medio Ambiente en el hospital, Teresa Arnau. En este sentido, el departamento lleva años trabajando para reducir las emisiones, ya que, en palabras de la especialista, "si el sector de la salud fuese un país, sería el quinto emisor de CO2 más grande del planeta".

Reconoce que "los hospitales tienen un papel muy importante como promotores de salud con la promoción de estilos de vida saludables que, a su vez, sean sostenibles con el planeta, ya que el cambio climático está provocando cambios en la salud humana". En este sentido, el departamento cuenta con un Plan Estratégico Ambiental, que se materializa en un Sistema de Gestión Ambiental y Energético, cuyos objetivos se basan en reducir el consumo de energía, las emisiones de CO2, el consumo de agua o realizar una correcta segregación de residuos sanitarios, entre otros.

"El primer paso es reconocer nuestra responsabilidad sobre estas repercusiones ambientales y actuar", recalca Arnau. Añade: "El departamento lleva años trabajando en materia medioambiental, pero este tema ha tomado mayor importancia durante los últimos años".

Ahorro energético

El hospital, además, consiguió reducir el consumo de electricidad en un 2,19% durante 2021 a través de algunas medidas como el cambio de las luminarias por LED, la instalación de controles de flujo de iluminación en varias plantas de hospitalización o la adquisición de una nueva enfriadora, que supone una disminución anual de unas 78 toneladas de emisiones de CO2. Además, y siguiendo esta línea, el departamento puso en marcha el pasado mes de abril el Plan de Eficiencia y Ahorro Energético 2022.

Los trabajadores, por otra parte, han evitado que 56.496 kilos de plástico terminen en el vertedero gracias a la utilización del contenedor reutilizable para los residuos biosanitarios, que, a su vez, han supuesto un ahorro económico de 183.911 euros.

Por otra parte, el hospital monitoriza el agua para detectar posibles subidas de consumo. "Anualmente realizamos analíticas de aguas de vertidos para saber si el agua vertida cumple con los parámetros establecidos", explica Arnau.

Los profesionales de la Unidad de Hospitalización a Domicilio también podrán utilizar a partir del próximo año los veinte vehículos eléctricos para fomentar la movilidad sostenible. "Es un camino largo y todavía quedan muchas cosas por hacer. Existe un compromiso por parte del departamento, pero también hace falta dinero para fomentar la cultura medioambiental", reivindica Arnau. En este sentido, la dirección del departamento estudia la posibilidad de integrar las energías renovables en el hospital. "Nos gustaría introducir paneles solares, pero sabemos que esto supone una inversión. Debemos estudiar qué aspectos del centro se pueden reforzar", reconoce la responsable de Medio Ambiente.

"Hay un compromiso firme por parte de la dirección para superar todos los retos y etapas para seguir potenciando una gestión basada en criterios ambientales y sostenibles. Queremos ser referentes en la Comunitat Valenciana", concluye.