El valenciano Mariano García Calatayud, exjefe de la Brigada de Obras del Ayuntamiento de Carlet, sigue recluido en la masificada cárcel de la capital de la República de Crimea, anexionada a Rusia tras otro cuestionado referéndum llevado a cabo en 2014, pero ahora está aislado, no se relaciona con nadie. Los amigos ucranianos de este jubilado de 74 años que residía en Benimodo atribuyen esta incomunicación a la negativa de las autoridades a informar sobre su paradero y a reconocer oficialmente que le detuvieron el pasado 19 de marzo pese a realizar como voluntario labores humanitarias en Jersón, una de las primeras ciudades que cayó en manos de los invasores.

Mariano García, mientras repartía víveres y material escolar en Ucrania. Levante-EMV

El preso que compartía la celda 187 con Mariano García facilitó el sábado las primeras informaciones fidedignas sobre el paradero del exfuncionario que se difunden desde que militares rusos le forzaron a entrar en un vehículo mientras participaba en una protesta contra la guerra impuesta por Vladimir Putin. Desde entonces todo eran conjeturas. Su rastro se había difuminado y sus amigos y familiares llegaron a temer por su vida cuando trascendió la condena a muerte de extranjeros alistados en el ejército ucraniano. Su compañero de presidio reveló que seguía con vida y sus palabras han desatado otra ola de presión ante las autoridades españolas para activar los resortes que puedan liberarle.

El testimonio del preso ha permitido descartar muchos recelos y sospechas. Hoy queda acreditado que, desde Jersón, fue trasladado a Simferopil, a casi 400 kilómetros de distancia, lejos de los bombardeos, ofensivas y repliegues militares que llenan el sur de Ucrania de cadáveres. En el recinto penitenciario de la capital de Crimea ha permanecido a salvo de las bombas, aunque la privación de libertad, la falta de alimentos, la masificación carcelaria y la falta de higiene han hecho mella en su salud. La edad tampoco ayuda y el frío invernal que le aguarda en aquellas latitudes dibujan un horizonte complicado que tratan de revertir ahora la familia y sus amigos con iniciativas diplomáticas y humanitarias.

Mediación de Erdogan

Una vez alertada la Cruz Roja Internacional, que ya ha abierto desde Ucrania el expediente UAK 103811 para incluirle en un próximo intercambio de prisioneros, los amigos de Mariano García han propuesto que las autoridades españolas reclamen la mediación del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que ya ha conseguido liberar a algunos ciudadanos ingleses y norteamericanos gracias a la buena relación que mantiene con Putin.