Los análisis de las muestras de agua que el Ayuntamiento de Alzira tomó en el barranco de Barxeta el pasado mes de agosto tras detectar un cambio de coloración en un momento en que, además, aumentaba de forma considerable el caudal, no han detectado contaminación y el consistorio ampliará la búsqueda a nuevos parámetros ante la sospecha de que se siguen realizando de forma cíclica vertidos incontrolados al barranco con el objetivo de detectar su origen.
“La analítica se encarga habitualmente con unos parámetros en los que no ha salido nada, volveremos a repetirla con una búsqueda más amplia”, comentó el concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, mientras señalaba que se pondrá el foco tanto en la contaminación fecal derivada de posibles vertidos de aguas residuales de algún núcleo urbano como en la posible presencia de fungicidas que se utilizan en tratamientos de productos del campo en firmas del sector agroalimentario.
Capacidad de investigación limitada
Carreres comentó que la capacidad del ayuntamiento en el proceso para investigar el origen de posibles vertidos es limitada, pero se mostró convencido de que “existen vertidos incontrolados en el Barxeta” y dejó entrever que a lo largo del cauce hay diversos puntos que podrían ser el origen de estos vertidos que se detectan por el cambio de coloración del agua y, en ocasiones, un fuerte olor.
“Se trata de un tema comarcal que debe implicar a todas las poblaciones por las que pasa el barranco de Barxeta”, indicó el edil alzireño. Este torrente desemboca en el barranco de la Casella en Alzira a pocos metros del cauce del Xúquer, que recibe los caudales de ambos.
El concejal de Medio Ambiente comentó que con el objetivo de mejorar la calidad del caudal del Barxeta hay que presionar a la Entitat Pública de Sanejament de l’Aigua (EPSAR) para que conecte los municipios de Senyera y Sant Joanet a la depuradora comarcal ubicada en Carcaixent, que trata las aguas de Alzira, la Pobla Llarga, Castelló y Carcaixent.
Los vertidos al barranco de Barxeta han provocado en los últimos años, de forma cíclica, quejas tanto del Ayuntamiento de Alzira como de la plataforma ecologista Xúquer Viu, que llegó a presentar una denuncia en la fiscalía por la presunta contaminación del río por vertidos industriales, que el ministerio público acabó archivando inicialmente al considerar que no había quedado suficientemente acreditada la comisión de un delito contra el medio ambiente, en un episodio que se remonta al año 2020.
La Confederación Hidrográfica del Júcar respondió a denuncias posteriores sobre el estado de las aguas del Barxeta que cada vez que recibía el aviso dela presencia de manchas oscuras había tomado muestras y analizado el agua sin detectar contaminación, ni tampoco se había producido una mortandad de peces, moluscos u otras especies que pudieran evidenciar un vertido contaminante y recurrente.
