El Ayuntamiento de Algemesí ha dado un paso firme hacia la abolición de la prostitución. El consistorio aprobó en el último pleno la modificación de la ordenanza municipal de convivencia ciudadana para incluir entre sus infracciones la solicitud (o aceptación por parte del demandante) de servicios sexuales retribuidos en la vía pública. Las multas pueden alcanzar los mil euros.

Se trata de una medida que recoge el espíritu de la futura ley autonómica anunciada hace varios meses por la consellera de Justicia, Gabriela Bravo. En un momento en el que también se produjo la aprobación por el pleno del Congreso -con los votos del PSOE y del PP- de la proposición de ley para perseguir penalmente el proxenetismo y multar a quienes acuden a la prostitución.

En el caso de la norma valenciana, que todavía no ha pasado por el pleno del Consell, se prevé incluir sanciones administrativas de hasta 600.000 euros a aquellos establecimientos que se lucren de la prostitución, por ejemplo, alquilando habitaciones.

En su ámbito de actuación, el Ayuntamiento de Algemesí también tomará medidas al respecto. En su caso, ya obtuvo la aprobación del pleno, que dio luz verde a la modificación de la ordenanza que regula la convivencia ciudadana. En concreto, se ha añadido un nuevo tipo de infracción grave que en la norma figura tal que así: «La solicitud o aceptación por el demandante de servicios sexuales retribuidos en zonas de tráfico público, o cuando en el lugar en el que se solicite o realice puede generar riesgo en la seguridad vial».

Libre de prostitución

Un punto que el ejecutivo local consideraba de necesaria inclusión en la normativa municipal para alcanzar su objetivo: «Luchar contra las actividades de explotación sexual que difunden una imagen del ser humano, muy especialmente de la mujer, como un mero objeto sexual y perturban la convivencia social; además de preservar los espacios públicos como lugares de convivencia, civismo e igualdad».

Si bien es cierto que la localidad no tiene un problema específico, el gobierno local reivindicó su deseo de contar con una ciudad «libre de prostitución y explotación». De hecho, el único punto conocido en el que se produce esta práctica en la vía pública se encuentra entre los cascos urbanos de Alzira y Algemesí. A escasos metros de la sede de la Inspección Técnica de Vehículos, un lugar que frecuentan cientos de personas al día, es fácil localizar mujeres jóvenes que aguardan sentadas la llegada de algún putero.

Idéntica sanción que pintar un grafiti o defecar en la calle

El nuevo artículo de la ordenanza de convivencia de Algemesí, que busca luchar contra la prostitución en la vía pública, sitúa las sanciones al infractor entre quinientos y mil euros. Se considera una infracción grave. Curiosamente, se encuentra al mismo nivel punitivo que: entrar o permanecer en zonas no autorizadas de edificios públicos fuera de su horario de apertura, evacuar necesidades fisiológicas en la vía pública, dañar las aguas de fuentes (también válido para estanques o lagos), provocar daños en el mobiliario urbano, pintar grafitis, cambiar el aceite u otros líquidos de vehículos en la calle o molestar y alterar el descanso del vecindario a consecuencia de ruidos.