Puede que Diego Gómez, como Michael Jordan, tenga un último baile con Compromís. Pero todo hace indicar que no será de forma inmediata. Los tiempos, en la política, son muy importantes. Y el descanso resulta más que necesario tras un periodo de gran desgaste como el experimentado por el alcalde de Alzira. que ayer confirmó, entre lágrimas y arropado por los suyos, lo que ya avanzó Levante-EMV: no repetirá como candidato en los comicios del próximo año.

Gómez dejó claro su deseo de desconectar de la política en primerísima línea, aunque no se cierra ninguna puerta. «Siempre voy a estar al servicio del partido y del pueblo valenciano», aseguró. A su vez, el exconseller Vicent Marzà no descartó que el partido le rescate para una nueva causa, si bien insistió en respetar los tiempos de Gómez. «Es la primera vez en la que ha tomado una decisión personal que ha primado sobre el colectivo después de muchos años en los que ha priorizado al colectivo, incluso cuando le ha hecho daño en lo personal. Tendremos tiempo para hablar», expresó Marzà.

Además del exconseller, Gómez estuvo acompañado de los concejales de Compromís en el consistorio; del alcalde de Carcaixent, Paco Salom; del exalcalde de Guadassuar Salvador Montañana; del alcalde de Castelló, Òscar Noguera; del diputado en las Corts Ferran Barberà; y de la síndica de Compromís, Papi Robles. Entre amigos y recuerdos, el alcalde alzireño tuvo que secarse las lágrimas en más de una ocasión.

«Dedicación plena»

Gómez recordó el libro de Marzà «Hem fet el Tourmalet», que sirvió de nexo de unión con su trayectoria política: «Tras aquella vez, lo he subido tres veces más, siempre con viento y lluvia. Tres, como las legislaturas que llevó en el ayuntamiento. Tres legislaturas de dedicación plena al servicio público», destacó, sin olvidar la morriña que le ha provocado cada inicio de curso. También rememoró su llegada a Alzira, hace 41 años, «desde el barrio de la Malvarrosa, que no desde la ciudad», para acomodarse progresivamente. «Pronto descubrí que este sería mi pueblo, al que siempre daré las gracias, pero ¿quién me iba a decir a mí que sería su alcalde?», añadió. 

Tras lo que calificó de doce años «muy intensos», el alcalde de Alzira antepuso su honestidad a todo lo demás : «Es el momento de dejar pasar a otros. Siempre he dicho que dos legislaturas son suficientes para gestionar un proyecto político como este, que siempre ha tenido como objetivo lograr la felicidad de las personas». De igual modo, Gómez se mostró confiado de las posibilidades del partido sin él como candidato a la alcaldía. «No creo que mi salida vaya a tener un coste político significativo. El proyecto que ha iniciado Compromís en Alzira es firme y no veo porqué no vamos a poder reeditar un gobierno progresista con el PSOE. El colectivo tiene las herramientas para hacer una lista, que se hará por consenso y que no tardaremos en dar a conocer», sentenció.

«Político ejemplar»

Marzà, por su parte, se rindió en elogios hacia su compañero de partido en lo que puede interpretarse como la propuesta de partido: «Diego nos ha demostrado cómo los ciudadanos son capaces de mejorar sus ciudades, que se puede hacer una política diferente. Fue ejemplar como maestro, también durante su etapa en Escola Valenciana y lo es como político. Necesitamos más personas como Diego en todos los ámbitos y también al frente de la Generalitat», proclamó el exconseller. Las palabras de Gómez no son de adiós. Lo suyo es un «hasta pronto».