El Family Cash Alzira FS tiene mañana (19:00 horas) una complicada visita a Ferrol para enfrentarse O Parrulo, que con el veterano internacional Adri en buena forma es uno de los equipos más en forma en este arranque de temporada de la Segunda División del fútbol sala nacional. 

De hecho, antes de que arranque la jornada, implica que se enfrenten el segundo y tercer clasificado de la competición, con el conjunto ribereño con solo un punto de ventaja sobre los gallegos. Ambos equipos han ganado seis de los nueve partidos disputados hasta la fecha, la única diferencia entre unos y otros es que O Parrulo ha firmado tres derrotas, mientras que el Family añade a su bagaje de triunfos un empate y dos derrotas.

Sin embargo, las sensaciones con las que llegan al encuentro son diferentes. En la última semana, los ferrolanos han perdido dos encuentros. En liga, hace siete días, cayeron ante el Bisontes Castellón por un ajustado 2-1 mientras que el miércoles se despidieron de la Copa del Rey al perder por 2-5 ante el Jaén. Eso sí, en casa, O Parrulo solo conoce la victoria. El Alzira, por su parte, ganó ambos envites: el sábado venció por la mínima al Gran Canaria (1-0) y el martes tiró de épica para tumbar al Manzanares (2-1), equipo de Primera. Llegará, por tanto, con un día más de descanso (o de preparación), aunque tras cruzarse España de extremo a extremo para saltar al pabellón de A Malata.

Un mes sin perder

Además, los de la capital de la Ribera Alta encadenan una racha de resultados positivos prácticamente perfecta. No ha perdido en el último mes, puesto su última derrota se remonta a aquella dolorosa goleada ante el intratable Peñíscola en el Palau d’Esports el 15 de octubre. Desde entonces, empató ante el Atlético Benavente y ganó a El Ejido, El Valle y Gran Canaria en liga, además de sus dos partidos de Copa del Rey, primero ante el Cañada Rosal y el pasado martes ante el Manzanares, ante el que logró un histórico pase a octavos de final. Una dosis extra de moral con la que encarar el partido en Ferrol.

Con el Peñíscola en un estado de gracia inmaculado (cuenta todos sus partidos oficiales por victorias, ya sean ligueros o coperos), el partido de mañana se dibuja como una pelea por ver qué equipo aguanta el tipo y se afianza como el primero de «la liga de los mortales».