Las obras que frenarán la caída de cascotes en la iglesia de San Vicente Mártir de Guadassuar están cada vez más cerca de su fin. La primera fase, centrada en la estructura, concluirá en las próximas semanas. Una segunda, focalizada en la restauración interior de la bóveda y la ornamentación se prolongará hasta el verano.
Según ha explicado el Arzobispado de Valencia, los obreros ya han instalado una estructura de hierro para soportar el peso y que no caiga directamente sobre la bóveda del templo. Como ya informó Levante-EMV, para la construcción de la cubierta de teja inclinada en la última remodelación se hicieron unos tabiquillos que apoyan directamente sobre las bóvedas de la nave central que, según los expertos, hacía que suoportase «un peso inadecuado e innecesario, que además no está bien repartido». Dicha circunstancia provocó que se produjeran desprendimientos en repetidas ocasiones. Durante los próximos días se ultimará esta reforma de la estructura. De hecho, está previsto que los trabajos concluyan antes de que finalice al año.
A la vez, se ha iniciado también la restauración del interior de la bóveda que está previsto que se alargue hasta el verano. Estos trabajos consisten en la restauración de la decoración de toda la nave central del templo. La ornamentación es de estilo barroco y consta que a principios del siglo XX se efectuó una intervención sobre su decoración que es la que actualmente conserva. Está realizada en estucos y dorados y en esta intervención se pretende consolidar, limpiar y reintegrar la decoración que estaba muy deteriorada por el paso del tiempo y también por las filtraciones de agua.
Medio año de obras
Los trabajos para sustituir el techo comenzaron hace más de medio año. La parroquia se cansó de esperar la llegada de las ayudas prometidas-Cultura llegó a licitar en febrero de 2011 un proyecto valorado en 489.602 € que nunca llegó a adjudicar por la crisis, aunque los problemas en la cubierta son incluso anteriores- y se embarcó en un proyecto cercano al millón de euros. La parroquia está sufragando los trabajos de restauración gracias a diversas subvenciones recibidas, tanto locales como autonómicas, así como a la venta de unos locales del patronato. Igualmente, ante la falta de más donativos se están organizando colectas extraordinarias y diversas iniciativas de los feligreses como mercadillos, entre otras.
La iglesia de San Vicente Mártir fue edificada aprovechando los restos de un templo anterior del que se dispone poca información. Presenta una sola nave con capillas con unos contrafuertes que acaban dividiendo el espacio interior en cinco tramos. El estilo constructivo interior es gótico, lo cual contrasta con el marcado estilo renacentista que presenta la fachada principal, cuya portada, obra del maestro Joan Matalí, es uno de los mejores ejemplos del Renacimiento.
