La victoria por 2-1 ante la UE Olot ha sacado a la UD Alzira por segunda vez en once jornadas de la zona de descenso. Los azulgranas consiguieron ganar el sábado por primera vez en el Luis Suñer Picó -la otra local fue en Venecia contra el Mestalla-. Además, firmó la segunda victoria seguida y tercer partido de liga invicto en los que ha sumado siete puntos de nueve.

Ya a los cinco minutos Álvaro Gómez, a quien le está viniendo mejor jugar por dentro que en el extremo, tuvo la primera ocasión. El Alzira dominaba pero no acechaba en exceso el marco olotense. De hecho no fue hasta el minuto 25 cuando llegó la segunda oportunidad. Los de la Garrotxa no querían volverse de vacío y romper así la racha de resultados negativos que les habían llevado a la penúltima posición. Manel, Ferran y Aimar gozaron de ocasiones, pero la más clara fue la de Pitu que estrelló su disparo en el poste, a nueve para el descanso. No falló un minuto después Álvaro Gómez con lo que hacía justicia al juego desplegado.

Aunque Vilanova tuvo la primera ocasión a los tres minutos del segundo tiempo que fue ajustada pero débil, fue el Alzira de nuevo el que volvió a golpear por medio de Javi Serra. Con el partido encarrilado, los alziristas vieron como los gerundenses construían una jugada por todo el campo hasta dentro del área para que marcara Forgàs en el 54. “En la segunda parte fuimos todo lo que no quiero que sea el Alzira porque hubo demasiado descontrol con los tres sistemas que utilizamos. Con el 2-0 perdimos balones muy rápidamente al querer hacer la transición con un pase”, analizó el técnico alzireño.

Golpe psicológico

Para refrescar el equipo Marc realizó dos cambios, Abraham y Ramón por Solbes y Álvaro. El internacional por Guinea-Conakry cedido por el Barcelona, Saïdou, disparó por encima del travesaño tras una gran jugada personal. Marenyà obligó a Arnau a despejar de puños un disparo durísimo. En el 66 hubo cambio en las bandas, Zarzo por Serra y el Olot seguía apretando. “Está claro que no estamos cómodos sin balón y sin él hemos padecido. Ahora generamos más ocasiones de gol pero con nuestros fallos, se las facilitamos al rival”, añadió. A doce para el final, el técnico alzirista agotó los cambios. El suecano Selfa volvió dos meses después de su último partido por Pitu y Sergio González por Cortijo. “Me habría gustado sacar antes a Selfa porque había que frenar mucho más el partido y lo hace muy bien”.

Aunque lo siguió intentando el Olot, el Alzira siguió defendiendo la renta hasta la alegría final. “No podemos sufrir tanto. Necesitamos más solidez y ser más fiables pero entiendo que estando abajo en la clasificación es muy duro recibir un golpe psicológico en forma de gol”, indicó.