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Los regantes de Càrcer instalan placas solares tras dispararse la factura eléctrica un 220 %

La comunidad pagó en agosto solo con el consumo del motor principal casi tanto como la campaña de riego de 2021 entera en todas las estaciones

Los trabajos para preparar la balsa sobre la que se montarán los paneles solares comenzaron ayer. PERALES IBORRA

“Ya podemos vender caras las naranjas, porque el coste de la energía eléctrica es inasumible”. La reflexión corresponde al presidente de la Comunidad de Regantes del Valle de Càrcer y Sellent, Emilio Cueves, tras una campaña de riego en la que el coste de la electricidad se ha disparado un 220 %, lo que ahoga cualquier expectativa de beneficio de los agricultores.

La factura abonada en agosto solo en el motor principal amenaza con hacerse viral por su importe, 81.426 euros, ya que es casi tan elevada como el consumo de la campaña de riego de 2021 entera en toda la comunidad que, con quince puntos de consumo diferentes, ascendió a 84.379 euros. El importe por este mismo concepto, los meses de junio, julio y agosto, ha superado este año ligeramente los 270.000 euros.

Protesta en Madrid por el precio de la energía

El caso de esta comunidad ribereña es uno de los ejemplos elegidos tanto por la Federación de Regantes de la Comunitat Valenciana como por el senador de Compromís Carles Mulet, la semana pasada en las Cortes, para denunciar el impacto de la subida del precio de la luz en los agricultores. Esta coyuntura ha llevado a Asaja a convocar hoy una concentración de protesta ante el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). La comunidad de Càrcer, por su parte, ha impulsado un proyecto de instalación de placas solares en el “partidor”, el corazón de toda la infraestructura que riega alrededor de 19.000 hanegadas de unos 1.500 comuneros, en el que invertirá 700.000 euros con la perspectiva de reducir entre un 40 y 50 % el consumo de este motor. El proyecto está subvencionado al 70 % por la Conselleria de Agricultura y, salvo imprevisto, deberá estar en funcionamiento para la próxima campaña de riego. Las obras han comenzado formalmente este lunes.

Con todo, y a pesar de que el riego no es otoño tan necesario, la comunidad ansía llegar primero al 1 de enero, fecha en la que, según apunta Cueves, se revisa el contrato y está previsto que la empresa suministradora recupere “más o menos” las tarifas que aplicaba hasta el pasado 1 de junio, cuando cambió todo. Emilio Cueves detalla que el caso de los regantes del Valle de Càrcer y Sellent no es diferente al de otras comunidades, aunque reconoce que el importe de la factura es uno de los más elevados.

El presidente de la entidad explica que el contrato que tenía con Iberdrola finalizaba el 31 de mayo y que, en ese momento, la empresa suministradora alegó que la renovación se aplicaría a partir del año nuevo y que, hasta el 1 de enero, “teníamos que ir al mercado libre, que es lo que nos está matando, a nosotros y a todas las comunidades”.

Aumento del 91 % en el precio del agua

Los precios empezaron a dispararse ya en junio con le inicio de la campaña de riego, lo que obligó a la comunidad a incrementar el precio del agua del agua un 91 %, al pasar de 0,12 euros a 0,22 €/m³.

“Estamos hablando de más del triple de lo que veníamos pagando y por eso tuvimos que duplicar el precio del agua”, señala Cueves, mientras detalla que de los más de 81.000 euros de la factura de agosto en el “partidor” principal, 30.000 corresponden al tope del gas, una medida temporal aplicada por el Gobierno con el objetivo último de contener el precio de la electricidad en unos momentos que se han disparado los precios de la energía.

Estos importes tan elevados, además, se producen a pesar de que la comunidad redujo en cuatro horas diarias los turnos de riego como medida de ahorro en el conjunto de las ocho áreas en que tiene estructurada la superficie que atiende.

Cueves señala que al concebir en su día el proyecto de modernización se cometió el error de vincular zonas de riego a estaciones de bombeo cuando existía la posibilidad de hacerlo por gravedad, lo que ahora dispara la factura eléctrica. 

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