Los ensayos para adaptar la uva al cambio climático no logran retrasar la vendimia en Turís pero frenan la plaga de mosquito verde

La Baronía mantendrá la aplicación de un protector solar para ampliar la investigación una segunda campaña

Aplicación del caolín en una de las parcelas en que la Baronía ha realizado los ensayos.

Aplicación del caolín en una de las parcelas en que la Baronía ha realizado los ensayos. / Levante-EMV

Pascual Fandos. Alzira

La investigación que busca mejorar la resiliencia del cultivo de la vid frente al cambio climático mediante una estrategia ecológica que consiste en aplicar un protector solar con base de caolín no ha conseguido retrasar la maduración de la uva, una de las hipótesis que se planteaban al inicio del ensayo, aunque la aplicación del caolín sí ha permitido reducir el estrés térmico que puede llegar a sufrir el dosel vegetal cuando la temperatura ambiental es elevada y, sobre todo, se ha demostrado muy efectiva para reducir la incidencia del mosquito verde, una plaga que ha repuntado en los últimos años y que puede tener consecuencias en la maduración de la uva, según las conclusiones del proyecto Adaptavid, una experiencia en la que participa la Cooperativa La Baronía de Turís junto a Bodegas Enguera, la Universitat Politècnica de València, la Federació de Cooperatives Agroalimèntaries y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación.

Nuevos ensayos con el proyecto Ecovid

Estos ensayos se repetirán el próximo año dentro del proyecto denominado Ecovid que tiene como objetivo determinar la influencia de estrategias agroecológicas en la respuesta agronómica de la vid, la calidad de la uva y la conservación del suelo y el agua, y que permitirá valorar si la aplicación del caolín en la vid durante dos campañas consecutivas mejora estos primeros resultados.

El proyecto Adaptavid buscaba constatar si la aplicación de este protector solar podía retrasar una vendimia cada vez más temprana como consecuencia del progresivo aumento de las temperaturas que se deriva del cambio climático. Una parte de los ensayos de campo se han realizado en dos parcelas de la Baronía de Turís, una de la variedad tinta «Garnacha» y otra de la variedad blanca «Viognier» aplicando el caolín con dosis de 20 o 40 kg/ha con una pulverizadora. El tratamiento se realizó en enero en una o dos aplicaciones. Bodegas Enguera también ha realizado ensayos con otras variedades de uva.

Fuentes de la cooperativa de Turís han señalado que las conclusiones obtenidas tras este primer año de ensayos revelan que la aplicación del caolín con dosis de 40 kg/ha es más eficaz que la de 20 kg/ha y que este protector solar permite reducir el estrés térmico del dosel vegetal. Asimismo, cuando la plaga de mosquito verde está muy extendida, la aplicación de caolín, incluso con una única pasada, «consigue reducir notablemente la incidencia de la plaga e incrementar de forma significativa la concentración de azúcares de las bayas sin afectar ni al pH ni a la acidez de los mostos».

No mejora el rendimiento

Por otra parte, los técnicos constatan que, a corto plazo, en este caso un año, la aplicación del caolín no mejora el rendimiento del cultivo y no retrasa la maduración de la uva. En aquellas condiciones en las que no había afección de plagas, el caolín no afectó de forma clara a la composición de la uva, concluyen los técnicos.

La Baronía de Turís también participa desde este año en el proyecto de cooperación denominado «Bases para la gestión sostenible del mosquito verde en la vid» junto a Bodegas Enguera y la Universitat de València para el control biológico de esta plaga que ha repuntado en los últimos años. El mosquito verde ataca a las hojas más jóvenes y, si no se combate a tiempo, provoca la defoliación de la viña, lo que a su vez impide que la uva acabe de madurar.

Este proyecto ha identificado de momento las especies de mosquito verde que afectan a los viñedos de esta zona y se han evaluado los daños, mientras que a partir del próximo año se van a probar métodos de lucha biológica contra la misma con la experiencia del proyecto Adaptavid, que ha demostrado que el uso del caolín reduce de forma significativa la presencia de esta plaga.

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