El Alzira FS se agencia los tres puntos en la visita al filial del Barça

La victoria adquiere mayor relevancia al perder o empatar sus perseguidores en la clasificación

Gonzalo Castejón celebra uno de sus tantos con Gus.

Gonzalo Castejón celebra uno de sus tantos con Gus. / Raül Amat

David Chordà

Jornada redonda para el Family Cash Alzira FS que logró un trabajadísimo triunfo por un espectacular 5-7en la cancha del Barça Atlètic donde solo había ganado una vez, el 16 de febrero de 2002. A los tres puntos de los de Braulio Correal se unen los pinchazos de los siete rivales que le persiguen. O’Parrulo empató a cinco en cancha del próximo rival de los alzireños, el Full Energía Zaragoza, y se ponen a tres y diez puntos respectivamente. El África Ceutí perdió 3-7 contra el Betis B y cierra la zona play-off a ocho puntos de los ribereños; el Sala 10 Zaragoza cayó en Burela (5-2) y El Ejido empató a tres contra Bisontes y se ponen a diez unidades.

El partido contra los barcelonistas fue una auténtica guerra de galeones. Cada gol era un disparo potentísimo de uno u otro equipo, excepto el 0-1 a los dos minutos. Rubi robó un balón en área contraria y su pase fue rematado a placer por Carlitos. Dos minutos después, Peiró sirvió un saque de banda a Gon que metió el primer trallazo desde diez metros. Diez más tarde, Harrison hizo un recorte secó a Álex Naranjo y logró el 1-2. Con la misma factura del tanto de Gon, pero desde quince metros, Ortas marcó el 2-2 en el minuto 22. El cancerbero catalán Àlex Lluch protagonizó una innecesaria internada hasta el área contraria, la presión ribereña le obligó a soltar el balón que Gon cazó en su área y obtuvo el 2-3. Corría el minuto 28 cuando Campàs estrelló un derechazo en el poste y Pol Cano aprovechó para marcar a placer. Al siguiente minuto Rubi recibió un saque de córner de Carlitos y empalmó desde doce metros un tiro raso al segundo palo. El siguiente fue otro trallazo de Gon, de nuevo a pase de Peiró, que dio en el poste y recorrió la red sin que Lluch pudiera hacer más que seguir el cuero con la mirada. El turolense pasó de asistente a goleador. El disparo de Tapias fue dejado pasar por Campàs, dio en el palo y atrapó Nacho Serra que envió un pase perfecto a la cabeza de Peiró, quien desvió para lograr el 3-6 a falta de tres minutos para el final. Cuando parecía que se viviría un tranquilo final de partido, el fútbol sala hizo su magia. Aniol y Tapias -este como portero-jugador- pusieron con dos zarpazos el 5-6 a 36” para la conclusión. El 6-6 estuvo a centímetros gracias a que Nacho Serra tocó ligeramente el balón disparado por Harrison desde un lateral y Campàs estrelló en el larguero. Nacho Serra envió un pase largo -muchas veces infructuoso- a Gabri que tocó sutilmente para convertirlo en el 5-7 definitivo.