El modelo de recogida de la basura puerta a puerta reduce el impacto de la huelga en la Ribera Alta

Las áreas de emergencia en los nueve pueblos con el servicio a domicilio y los contenedores de Gavarda y Catadau se presumen como los puntos más problemáticos en el paro que afecta a 22 localidades

Los alcaldes reuniones ayer en la sede de la Mancomunitat.

Los alcaldes reuniones ayer en la sede de la Mancomunitat. / Levante-EMV

Las áreas de emergencia habilitadas en los municipios con el sistema de recogida de residuos puerta a puerta para ofrecer una alternativa a aquellos vecinos que no pueden estar en casa en el horario de sacar la basura -una por pueblo y tres en la Barraca d’Aigües Vives por el gran número de diseminados- y las islas de contenedores de Gavarda y Catadau, donde opera el sistema convencional, se presumen comos los puntos más conflictivos durante la huelga indefinida del servicio de recogida de basuras que el lunes por la noche inició la plantilla de Prezero, la empresa concesionaria de la Mancomunitat, y que afecta a 22 pueblos de la Ribera Alta. En once localidades afecta a todo tipo de residuos salvo el vidrio y en las otras once solo a la recogida de envases ligeros y papel-cartón. Se trata en el primer caso de Alcàntera, Càrcer, Sumacàrcer, Antella, Manuel, Sant Joanet, Llombai, Alfarp y la Barraca, donde opera el puerta a puerta, y Gavarda y Catadau, que cuentan con contenedores, en el caso de la localidad del Marquest con tarjeta de apertura, mientras que se quedan sin recogida de envases y la fracción papel-cartón Benimuslem, Cotes, l'Énova, la Pobla Llarga, Rafelguaraf, Sellent, Senyera, Tous, Turís y Castelló.

El presidente de la Mancomunitat, Txema Peláez, admite que pese a lo llamativo que resulta una huelga en este tipo de servicio, no es previsible que se vean grandes acumulaciones de basura. El sistema puerta a puerta en el que cada vecino deposita delante de su casa los residuos contribuirá a evitarlo. «El riesgo en este caso es que la gente saque un tipo de residuo que no toca y se quede sin recoger», comenta Peláez, que advierte de que falta ver cómo reaccionan los vecinos de Gavarda y Catadau y se muestra esperanzado en que el impacto social de la huelga «sea reducido».

«La plantilla reclama unos salarios dignos, partimos de condiciones de trabajo muy pobres»

Con todo, en base a los servicios mínimos del 25 % que ha fijado la autoridad laboral, la concesionaria ha establecido dos rutas en las que se prioriza la recogida de la fracción orgánica, la que puede resultar más molesta, de forma que habrá servicio de recogida en días alternos. Los alcaldes de los pueblos afectados se han reunido esta mañana para fijar un calendario para las próximas dos semanas con la expectativa de que en este período empresa y trabajadores puedan cerrar un acuerdo, que prevé que al menos una vez cada quince días también se retire la fracción resto. Los ayuntamientos han difundido este calendario entre los residentes para que conozcan qué días pueden sacar la basura, en este caso, siempre con el contenedor marrón.

Calendario de servicios mínimos en la Barraca d'Aigües Vives.

Calendario de servicios mínimos en la Barraca d'Aigües Vives. / Levante-EMV

«Cuanto más pronto realicen una oferta digna empresa y Mancomunitat, más pronto se acabará la huelga»

Los alcaldes aconsejan a los vecinos que, mientras dure la huelga, utilicen los ecoparques para desprenderse de residuos que no se recogerán -voluminosos, cartón y envases ligeros- si lo necesitan y también piden que se realice un buen uso de las áreas de emergencia para evitar una excesiva acumulación.

Por otra parte, el asesor de los trabajadores en la negociación, el secretario general de CC OO del Hàbitat València Sud, Rafael Peiró, ha defendido que la huelga responde a la reivindicación de unos salarios «dignos» ya que, según señala, «partimos de condiciones de trabajo muy pobres». Peiró detalla que el paro fue secundado ya el lunes por la inmensa mayoría de la plantilla -23 de los 24 operarios- y admite que las posiciones en la negociación «están lejísimos». «Invito a la contraparte -en la que situó a empresa y Mancomunitat- a que cuanto más pronto realicen una oferta digna, más pronto se acabará la huelga», señala. 

Perió defiende que el punto de partida de los trabajadores es reclamar un incremento salarial del 30 % en tres años mientras la empresa ofrece aumentos del «13 o 14 %» que, en el caso de los peones, es del 8 %. Según detalla, los peones tienen actualmente un complemento en la nómina para llegar al salario mínimo profesional y que el aumento que propone la empresa es llegar a este SMI. Por otra parte, señaló que «no es de recibo» que el salario de un trabajador especializado como el conductor de un caminó se quede en 1.100 € netos, por lo que reclamó una mejora «sustantiva» de las actuales retribuciones.

En el caso del servicio de Carcaixent, que forma parte del contrato de la Mancomunitat, empresa y trabajadores sí han alcanzado un acuerdo, aunque el sindicalista incide en que partían de condiciones diferentes.

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