Sesenta años en busca del mejor dosel en Alzira

El concurso que ha multiplicado el atractivo de la Semana Santa de Alzira con la recreación de la Pasión de Cristo y la escenografía sacra cumple seis décadas - El programa de actos comienza el viernes con la popular Nit de les Miradetes

Dosel de Jesús Nazareno, ganador en 2022, que reproducía la Vía Dolorosa.

Dosel de Jesús Nazareno, ganador en 2022, que reproducía la Vía Dolorosa. / PERALES IBORRA

Los doseles son uno de los grandes símbolos identificativos de la Semana Santa de Alzira. El engalanamiento de los pasos procesionales ha alcanzado cotas de gran belleza artística y escenografía sacramental. En la actualidad su elaboración suele costar meses pero en origen, tenían una concepción un tanto más sencilla. Los clavarios ornamentaban las imágenes religiosas, algunas realizadas por imagineros tan cotizados como Antonio Ballester, Octavio Vicent o Antonio Rodilla, con telas, cortinajes y una variada combinación de arreglos florales. Ese criterio estético ha evolucionado. La competitividad ha estimulado el impulso creativo y las colas para visitarlos se hacen interminables. Este año se celebra el sexagésimo aniversario del concurso que anima a las cofradías a dar lo mejor de sí mismas. 

En la actualidad se sublima la decoración con todo tipo de recursos visuales. Se recrean escenas destacadas de la Pasión con un nivel de detalle y realismo que despierta gran admiración entre el público. Los pasos de la Semana Santa se solían exhibir hasta hace unos años en los domicilios particulares de los clavarios. Esa costumbre se mantiene solo en parte. Algunas cofradías diseñan una escenografía tan ambiciosa que no puede amoldarse al tamaño de la planta baja de una casa tradicional. Para ganar espacio, se buscan locales más amplios donde se desborda la imaginación, los efectos especiales, una cuidada iluminación y hasta una música envolvente. El desafío es mayúsculo y se ha alcanzado tal nivel de especialización que algunos artistas disponen de elevados presupuestos en busca del cada vez más codiciado primer premio

La Cofradía de la Oración de Jesús en el Huerto fue la primera que ganó el certamen, que arrancó en 1963. Los clavarios de l’Hort fueron los primeros en apostar decididamente por la recreación de escenarios bíblicos que incluían abundantes aportes de piedra natural, ramas de olivo y matorrales autóctonos. Esa tendencia se generalizó y hoy todavía es la mayoritaria. Se trata de envolver a los pasos procesionales de los paisajes o entornos adecuados.

Pero los doseles no experimentaron un gran salto evolutivo hasta la década de los años ochenta. Fue entonces cuando Eduardo Part, muy vinculado a la Cofradía de la Dolorosa, introdujo criterios mucho más innovadores. Part accedió a la presidencia de esa hermandad en 1983 y esa responsabilidad le catapultó. Se olvidó de las telas y se dejó llevar por la imaginación. A partir de 1986 ganó cuatro años seguidos con técnicas que luego se han depurado con mayores dosis de maestría e ingenio. Y las nuevas tecnologías empleadas en sorprendentes montajes lumínimos o audiovisuales han añadido mucha espectacularidad a las creaciones. Es una de las grandes virtudes de la Semana de Pasión alzireña, que ya regresa con nuevos bríos.

Nit de les Miradetes

Los actos de este año arrancarán pasado mañana con la tradicional Nit de les Miradetes. Las imágenes de la Dolorosa y el Devallament convergirán en la plaza Mayor, donde se llevará a cabo el Encuentro. Costaleros de ambas cofradías posibilitarán el «saludo» que da paso a la Semana Santa.

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