Vox abre un escenario de guerra en Alzira

Bernardo Costera dimite pero anima a sus seguidores a seguir en Vox para plantear batalla «al proyecto personal de Ricardo Belda» - El concejal elude hasta ahora la confrontación directa - Es el cuarto partido que sufre tensiones internas

Bernardo Costera, con los brazos cruzados, junto a sus colaboradores

Bernardo Costera, con los brazos cruzados, junto a sus colaboradores / Levante-EMV

A. C.

La renuncia de Bernardo Costera al cargo de coordinador local de Vox en Alzira, formalizada en la noche del martes, ha desencadenado un terremoto interno en la formación de extrema derecha. Sus colaboradores han cerrado filas con él. El vicesecretario, Paco Monteagudo, también ha presentado la dimisión. Pero ninguno de los dos, y tampoco los integrantes de la candidatura que propugnaban, van a abandonar su militancia. Su deseo es continuar en el partido «para defender sus ideales y buscar, no fuera sino dentro, la manera de limpiar todo este barro político». Van a plantear batalla, por lo que la agrupación entra en un escenario de guerra interna a apenas unas semanas de las elecciones locales.

Costera se reunió con sus colaboradores y un nutrido grupo de militantes y simpatizantes en la noche del martes para anunciarles su dimisión y evaluar las consecuencias de la imposición por parte de la cúpula dirigente de Vox de la candidatura alternativa que lidera el único concejal de la formación, Ricardo Belda, que volverá a liderar la lista electoral, de la que también formarán parte Rosa Ana Peris, Andrés Colomer, Aránzazu Ballesteros y Paco González Paños. 

«La decisión nos ha sentado muy mal, estamos muy decepcionados, ha sido un mazazo tremendo para todos porque la mayoría de nosotros no habíamos vivido esta parte oscura de la política, pero lo que ha ocurrido no nos hunde sino que nos hace más fuertes en nuestras convicciones», proclamó ayer Bernardo Costera. No habrá, por tanto, bajas de militantes sino batalla interna. 

El ya exdirigente exhortó a sus seguidores a «no rendirse» y a plantar cara a las adversidades. «El camino que habíamos elegido era acertado. Los errores los han cometido otros y no tenemos por qué sentirnos aludidos por las maniobras impulsadas por otros. En todas partes hay traidores», defendió ayer. «Nadie tiene que darse de baja. Nos mantenemos fieles al proyecto de Vox España por mucho que no creamos en el proyecto personal de Ricardo Belda», sentenció Costera después.

El sector de militantes que arremolina alude a la diferencia de apoyos que consiguió el actual concejal, poco más de 1.100 votos en las elecciones municipales de 2019, frente a los 3.300 que logró en Alzira la candidatura autonómica liderada por José María Llanos. «Apenas sumó una tercera parte de los conseguidos por la marca electoral, lo que da perfecta cuenta del concepto que, ya entonces, tenía de él la sociedad alzireña», sostiene Costera.

Belda evita la polémica

Ricardo Belda trató ayer de zafarse de la polémica. Prefiere huir del cuerpo a cuerpo y buena parte de la jornada de ayer la empleó en la preparación del pleno municipal que iba a celebrarse por la tarde. Su entorno comentó que era «previsible» que el sector que ha perdido la batalla por liderar la candidatura electoral reaccionara al sentirse decepcionado y enmarcó el proceso en la «normalidad política, ya que en los últimos meses se han vivido situaciones similares en otros partidos de la ciudad».

El movimiento sísmico que sacude ahora a Vox se ha desarrollado antes, con mayor o menor magnitud, en Compromís, el Partido Popular y el PSPV-PSOE»

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