La restauración de la ermita de Sant Roc saca a la luz una pintura mural del siglo XIV

Se trata de una representación de la Última Cena, aunque los expertos también han localizado figuras humanas y restos de una Senyera de Jaume I

Trabajos de restauración de la pintura mural de la Última Cena.

Trabajos de restauración de la pintura mural de la Última Cena. / Levante-EMV

Óscar García. Alzira

La recuperación de una pintura mural que representa la Última Cena y que los expertos datan en el siglo XIV es hasta el momento el principal hallazgo de los trabajos de restauración impulsados por el Ayuntamiento de Carcaixent en la ermita de Sant Roc, un inmueble del siglo XIII que forma parte del conjunto de iglesias de la primera etapa gótica de la arquitectura valenciana, aunque se diferencia del resto en que no fue revestida con decoraciones barrocas.

No obstante, además de la escena de la Última Cena, los técnicos han localizado junto en el muro situado al lado del evangelio un mural con tres figuras humanas que, a su juicio, posiblemente representan a santos vinculados a la tradición religiosa local y, de igual forma, se ha detectado en una pared contigua motivos barrados con los colores rojo y amarillo de la Senyera del rey Jaume I y también se intuyen restos en el paramento del lado de la epístola.

Inversión de 47.000 euros

El Ayuntamiento de Carcaixent ha informado que han concluido estos primeros trabajos de restauración de la ermita de Sant Roc que arrancaron el pasado mes de septiembre y que han sacado a la luz una policromía de la Última Cena que se encontraba oculta bajo varias capas de templina y estratos de cal. Los trabajos han supuesto una inversión de 47.000 euros aportados por el propio consistorio y han requerido de mucha pericia manual y una combinación de sistemas e instrumental de alta precisión para evitar daños en las pinturas murales. 

Los trabajos comenzaron con la limpieza y eliminación de todos los elementos extraños incrustados en la pintura, que han permitido recuperar motivos pictóricos «que se encontraban totalmente ocultos», según destacan fuentes municipales. Con posterioridad se consolidaron las zonas que presentaban un mayor riesgo de desprendimiento y, finalmente, se reintegraron tanto de forma cromático como volumétricamente. Los expertos señalan que se trataba de actuaciones necesarias ya que «se estaban degradando las pinturas originales y transformando el pigmento, que podía llegar a convertirse en polvo». Las mismas fuentes destacan que todas estas pinturas ejecutadas con la técnica al seco «necesitan de una intervención de restauración minuciosa, como hasta ahora, adaptando la metodología a la zona a tratar». Asimismo, subrayan que se trata de obras de gran importancia «ya aque quedan pocas pinturas morales de este período con este tipo de representación».

La ermita de Sant Roc está declarada monumento histórico-artístico nacional desde 1979. El ayuntamiento trabaja para que se puedan visitar estas pinturas ocultas durante siglos y, a la vez, mejorar su protección.