Alzira y su patrimonio se construyen pieza a pieza

El experto en Lego Víctor Boscá expone en el MUMA una reproducción de todo el casco urbano y de algunos edificios emblemáticos como la ermita

Boscà muestra la reproducción de todo el casco urbano de Alzira con piezas de Lego.

Boscà muestra la reproducción de todo el casco urbano de Alzira con piezas de Lego. / Agustín Perales

Emma Sanchis

Las piezas de Lego se utilizan para todo tipo de creaciones, pero pocas veces se han empleado para reproducir una ciudad completa. El alzireño Víctor Boscá, ganador del concurso estatal Lego Master’s por sus espectaculares trabajos, comenzó tras este éxito recreando el centro histórico de Alzira (la Vila) y acabó por reproducir los volúmenes del mapa completo de la ciudad y, en paralelo, algunos de sus principales monumentos como el santuario de la Virgen del Lluch o el monasterio de la Murta.

El Museu Municipal d’Alzira (MUMA) exhibe este patrimonio local en miniatura y el viernes acogió una segunda sesión del taller que Boscá ofrece para introducir a los niños aficionados al Lego. La obra también pretende homenajear la tradición cofrade alzireña a través de la los doseles y la tamborada.

Víctor Boscá con la reproducción con piezas de Lego del santuario del Lluch.

Víctor Boscá con la reproducción con piezas de Lego del santuario del Lluch. / Agustín Perales

La idea surgió tras una conversación entre la Associació Cultural de la Falla Plaça Germanies y el museo municipal. Boscá explica que la temática está inspirada en el momento de la inauguración. Para situar las figuras que representan a las cofradías decidió crear el mapa de la ciudad. Boscá tuvo la ayuda de su «amigo y colega legoliano» Toni Part, a quien tribuye «gran parte del mérito» por su «empecinamiento en construirlo tan detallado». En un principio, los constructores de Lego iban a recrear únicamente los edificios emblemáticos y la Vila con detalle, y el «resto representarlo en bloques» para «situar los doseles de las cofradías».

El alzireño apuesta por actualizar el próximo año la maqueta urbana y reconstruir la falla que gane en la ciudad

El empresario escogió el Real Santuario de Nuestra Señora del Lluch como primer monumento en gran escala. La construcción de la ermita alzireña le hizo recapacitar sobre el funcionamiento de la mente humana. «Es curioso cómo trabaja la mente de un legoliano», recapacita el constructor. El alzireño tuvo claro cómo comenzar la construcción desde el «minuto cero».

Boscá pretende dar continuidad a este trabajo el próximo año. Adelanta que en 2024 actualizarán el callejero enfatizando en la altura de los barrios y edificios para que se pueda apreciar el desnivel de Alzira. También revela que se centrarán en recrear los escudos de las fallas y se compromete a reconstruir con piezas de lego la falla ganadora, «eso sí, con un poco más de tiempo», como ha hecho con el dosel de la Santa Cena.

Confiesa que se siente «muy alzireño» y que la gente tenga interés en su trabajo le hace sentir muy orgulloso. «Que los niños busquen sus casas y digan ‘mira ahí vive mi abuelo’. No sabe cuántas piezas ha necesitado, lo que sí que sabe es «todo el tiempo que le ha costado».

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