Una escultura creada en Alzira homenajea en Italia a las víctimas de la Covid

La obra de Moris Bosa, afincado en la Ribera desde hace casi veinte años, se ha ubicado en el primer hospital confinado al declararse la pandemia

Moris Bosa, a la derecha, tras descubrir la escultura.

Moris Bosa, a la derecha, tras descubrir la escultura. / Levante-EMV

La pérdida de un amigo entrañable en plena pandemia llevó al escultor italiano Moris Bosa, afincado en Alzira desde 2004, a diseñar una escultura con dos corazones entrelazados con el objetivo de recordar la fraternidad con esta persona. Bosa presentó la obra en 2021 a la Biennal d’Art de Meliana y, al no ser seleccionada, decidió regalarla al Hospital de Codogno, el primero que fue confinado en Europa en febrero de 2020 al detectar el primer caso de coronavirus, como un homenaje a las víctimas de la Covid.

El obispo de Lodi, localidad de origen de Bosa, el prefecto o representante del gobierno territorial, autoridades locales y directivos del hospital, así como familiares y amigos de este escultor autodidacta de piedra natural, carabineros y las fuerzas de la Guardia de Finanzas, se reunieron la semana pasada junto a la puerta principal del hospital para descubrir esta escultura de 380 kilos, tallada partiendo de un bloque de mármol de Carrara de 1.200 que fue trasladado desde la Toscana a Alzira.

La obra representa dos corazones entrelazados y la diseñó inicialmente en recuerdo de un amigo fallecido

«Cuando el obispo de Lodi leyó mi escultura le dio un significado que iba mucho más allá de lo que había pensado inicialmente: ‘un entrelazamiento entre las personas, entre la naturaleza y el hombre, entre la tierra y el cielo», relata el autor, que explica que, inicialmente, su objetivo era representar el amor que sentía por el amigo fallecido el 23 de enero de 2021.

Bosa expone que, tras no ser seleccionada en el certamen de Meliana, su idea era que la escultura llegara a un lugar representativo, por lo que consideró que el hospital de Codogno «era el lugar apropiado». «Allí empezó todo, el paciente cero de Europa y la zona roja que registró un altísimo porcentaje de víctimas». Su propuesta tuvo una buena acogida y regresó con la obra por carretera para ubicarla en el emplazamiento acordado.

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