La igualdad entre bloques aboca a las grandes ciudades de la Ribera al escenario más incierto

Cullera representa la única excepción con un Jordi Mayor que parte como gran favorito, mientras las opciones se abren en Sueca, Algemesí y Alzira

Jordi Mayor, en un mitin de campaña, en el barrio de El Raval de Cullera.

Jordi Mayor, en un mitin de campaña, en el barrio de El Raval de Cullera. / Levante-EMV

El recuento de votos en la noche electoral siempre puede deparar sorpresas y este 28-M se presume especialmente emocionante ya que, en las principales ciudades de la Ribera, unos pocos votos, tal vez un escaño, puede decantar la alcaldía hacia el bloque de la izquierda o la derecha. El actual alcalde de Cullera, Jordi Mayor, es, a priori, el que más tranquilo afronta la jornada electoral. Disfruta en la actualidad de una holgada mayoría absoluta con 14 concejales en una corporación de 21 y su campaña electoral ha resultado una demostración de poderío por la capacidad de convocatoria para presentar sus propuestas. Juega además con la baza de una división tanto a la derecha como a la izquierda del PSPV, formación que lidera, por lo que todo apunta que volverá a ser la fuerza más votada con una amplia diferencia.

Con la excepción de Cullera, la batalla será mucho más ajustada en el resto de ciudades de la comarca. En Sueca, donde la izquierda cuenta con una amplia mayoría, ya fue imposible un acuerdo entre Compromís, fuerza más votada en 2019, y el PSOE, partido que ostenta la alcaldía gracias al apoyo del PP y Ciudadanos -también el grupo independiente acabó por asumir delegaciones-, y a juzgar por lo visto en la campaña electoral, resulta más que improbable trasladar a la capital de la Ribera Baixa el pacto del Botànic en la Generalitat. 

El socialista Dimas Vázquez puede rentabilizar la alcaldía y mejorar los seis concejales que obtuvo en 2019 -normalmente a costa de los socios minoritarios en un gobierno de coalición-, pero en perspectiva de futuros pactos cambian los actores, especialmente por la renovación que ha experimentado el PP. Repetir un pacto que mezcle las siglas de populares y socialistas no parece fácil. Por parte de Compromís, Vicent Baldoví asume el reto de igualar o superar los resutados que en 2019 obtuvo Raquel Tamarit. Los ocho escaños obtenidos como fuerza más votada no le sirvieron para mantener la alcaldía.

Las malas relaciones entre PSOE y Compromís vuelven a complicar en Sueca reeditar un pacto del Botànic

También la jornada electoral se presume muy abierta en Alzira, donde Compromís fue la fuerza más votada hace cuatro años, aunque la renuncia del actual alcalde, Diego Gómez, a repetir como candidato abre un punto de incertidumbre. La formación nacionalista se ha volcado en la campaña con el actual candidato, Alfons Domínguez, y el desfile de cargos públicos y orgánicos ha sido notable. Desde el candidato a la Generalitat, Joan Baldoví, al presidente de les Corts, Enric Morera, o los consellers Isaura Navarro o Rafael Climent. La reedición de un pacto de izquierdas de Compromís y PSOE, que concurre con una nueva candidatada, no parece complicado, si finalmente suman los escaños suficientes. Incluso con una hipotética incorporación de Unides Podem, que hoy carece de representación municipal.

Alfons Domínguez, candidato de Compromís en Alzira, en un mitin.

Alfons Domínguez, candidato de Compromís en Alzira, en un mitin. / Emma Sanchis

El principal rival de Compromís en las urnas, a priori el PP, parte con el condicionante de la fractura vivida que ha provocado la presentación de una candidatura independiente (UCIN) encabezada por el exconcejal popular Enrique Montalvá, que también reúne a exmilitantes de Vox.La formación de extrema derecha ha vivido su propia crisis interna en el proceso de elaboración de candidaturas. La relación entre el candidato popular, José Luis Palacios, y Enrique Montalvá no es precisamente buena. También concurre en Alzira Ciudadanos, que en 2019 obtuvo dos concejales y no tendrá fácil repetir resultados con un partido en declive.

La socialista Marta Trenzano buscará un tercer mandato en Algemesí, donde ya no fue posible en 2019 reeditar el pacto del Botànic con el colectivo local de Compromís que hubiera garantizado la mayoría absoluta, y ha formado gobierno con EU y un tránsfuga de Ciudadanos. Pere Blanco no repite en EU y Josep Bermúdez regresa tras un paréntesis de cuatro años como cabeza de lista de Compromís. Frente al bloque de la izquierda, concurren por la derecha PP y Vox. La mayoría absoluta está en once concejales.

Especialmente incierta se presume la jornada electoral en Carcaixent, donde los bloques de la izquierda y la derecha ya obtuvieron resutados muy parejos hace cuatro años y la abstención de Ciudadanos propició que Paco Salom (Compromís) retuviera la alcaldía. Salom no opta como candidato. Ciudadanos ya no repite y el concejal que llegó a formar parte de la coalición de gobierno, Juan Albert, lidera otra vez una formación independiente. Frente al bloque Compromís-PSOE se eregirá el bloque PP-Units per Carcaixent. También concurren Podem-EU y Vox. Pascual Fandos Alzira

Suscríbete para seguir leyendo