El Consell autoriza la ampliación del sondeo que busca agua para 200 viviendas de Alfarb

La Generalitat Valenciana ha autorizado las obras para profundizar otros 50 metros el sondeo de l’Almaguer paralizado desde noviembre. Los trabajos de perforación del pozo tienen como objetivo encontrar agua para abastecer a los vecinos de urbanización centenaria de la Font de l’Almaguer de Alfarb, que nunca ha tenido agua corriente. 

Las personas que residen en las 200 viviendas se ven obligadas a almacenar el agua en aljibes cuando llueve, a recurrir a cubas para llenar depósitos o bajar con garrafas a la fuente. El agua del manantial que da nombre al paraje les permite tener un servicio mínimo en casa, como se hacía antiguamente, aunque ahora las sequías y olas de calor son más pronunciadas por el cambio climático y el caudal del mismo se resiente, especialmente en verano, cuando la urbanización registra los mayores niveles de ocupación. 

La «reprofundización» de la obra subterránea en la Font de l’Almaguer ha sido aprobada por la dirección general de Calidad y Educación Ambiental que sostiene que el proyecto no requiere una nueva evaluación del impacto ambiental. La dirección general estima que la modificación a realizar «no representa entidad suficiente para generar efectos adversos significativos sobre el medio ambiente adicionales a los que se evaluaron el pasado 13 de julio». 

La construcción del pozo se quedó a mitad el 13 de noviembre del año pasado al no encontrar agua a 180 metros de profundidad. El servicio territorial ha decidido autorizar la ampliación del sondeo con el objetivo de alcanzar los 230 metros.  

La aprobación para perforar hasta los 230 metros llega 7 meses después de que se detuvieran las obras

Cuando empezó el proyecto el alcalde de Alfarb, Santi Cervera, reconoció a Levante-EMV que aparentemente había agua, pero se había comprobado que no era suficiente, «por lo que hemos tenido que parar las máquinas y ampliar la cota», dijo. Las previsiones advertían de que los vecinos de las 200 viviendas tendrían que esperar hasta enero o febrero de este año para hacer uso del agua del pozo. 

Sin embargo, la autorización de la Generalitat acaba de llegar, siete meses más tarde. La lentitud del proceso ya la auguró el alcalde: «Estos procesos son lentos, intentaremos agilizar el trámite para que se reinicie lo más rápido posible».