La vegetación rebrota tras el incendio de la Casella

Las lluvias favorecen la recuperación de arbustos en la zona quemada hace dos meses en las montañas de Alzira

Los técnicos estudian medidas para evitar la erosión del terreno en caso de tormentas

Un palmito que se ha regenerado tras el incendio en la zona afectada.

Un palmito que se ha regenerado tras el incendio en la zona afectada. / Levante-EMV

El incendio que a mediados de abril se declaró junto a la carretera de la Casella y, alimentado por el viento de poniente, subió rápidamente ladera arriba hasta la cresta que separa los valles de la Murta y la Casella, dejó una imagen de desolación en este paraje de Alzira donde, apenas dos meses después, empiezan a rebrotar algunos arbustos y palmitos y el verde de la nueva vegetación contrasta sobre el fondo gris. 

Se trata simplemente de los primeros indicios de una recuperación que se ha visto favorecida por las generosas lluvias del mes de mayo que, a diferencia de lo ocurrido en otras zonas próximas, en las montañas de Alzira no han sido especialmente intensas, lo que ha evitado que se acelerara el proceso de erosión en el área afectada por el fuego.

Los primeros síntomas de recuperación se localizan principalmente en la cresta que separa los dos valles, como el enclave conocido como Bassetes Roges, que contaba con una abundante maquia, uno de los principales ecosistemas mediterráneos formado por arbustos como coscoja y lentisco, que tienen una gran capacidad de regeneración, explican fuentes del área municipal de Medio Ambiente. También el palmito tiene facilidad para rebrotar tras sufrir las condiciones extremas de un incendio.

Las mismas fuentes detallan que en esta zona el incendio quemó también masa forestal, aunque hay pinos por los que el fuego pasó con rapidez y en estos momentos están «resinando», lo que supone que los árboles están vivos y habrá que esperar para ver si son capaces de recuperarse.

Un arbusto que ha rebrotado en la zona quemada de Bassetes Roges.

Un arbusto que ha rebrotado en la zona quemada de Bassetes Roges. / Levante-EMV

Daños en la ladera

Más daños hay en la ladera de la Casella donde el tipo de vegetación es diferente, con menor presencia de arbustos y una población de pinos ya debilitados antes del incendio. Los técnicos señalan que habrá que esperar, especialmente con el verano por delante, para comprobar cómo reacciona toda la zona afectada. De cara al próximo otoño estudian la posibilidad de realizar pequeños diques en esta ladera con material quemado, aprovechando entre otras cosas la corteza de árboles calcinados, para evitar que en caso de fuertes precipitaciones las escorrentías provoquen una fuerte erosión y garantizar la fertilidad del suelo para favorecer su regeneración a medio plazo.

Un incendio declarado en la tarde del pasado 14 de abril al borde de la carretera de la Casella encendió todas las alarmas ya que, empujado por el viento de poniente, subió con rapidez la ladera de la montaña y amenazaba con pasar al paraje de la Murta, un área de gran valor ambiental por su riqueza botánica y también sentimental para los vecinos de Alzira. 

El gran despliegue de medios aéreos tanto de la Generalitat como del ministerio y de la diputación, y una eficaz coordinación de todos los servicios de extinción, permitió frenar el avance de las llamas en la cresta que separa los dos valles. 

La noche se hizo muy larga también para los efectivos que trabajaron en una zona de muy difícil acceso y, con el amanecer, la incorporación de nuevo de los medios aéreos acabó por sofocar las llamas y enfriar la vertiente del valle de la Murta para evitar que el fuego avanzara en esta dirección. El cómputo de la superficie afectada se estimó finalmente en algo más de 40 hectáreas.

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