A cuarenta minutos de hacer historia

El Family Cash Alzira FS recibe este sábado al Burela en el que se prevé otro partido emocionante

Una victoria permitiría a los de Braulio Correal subir a Primera División

Parreño y Sena durante una sesión de entrenamiento.

Parreño y Sena durante una sesión de entrenamiento. / Raül Amat

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Cuarenta minutos de sufrimiento, sacrificio y trabajo bien hecho separan al Family Cash Alzira FS de alcanzar la gloria. El partido que este sábado (19:00 horas) le enfrenta al Burela podría ser el definitivo en las eliminatorias por la promoción de ascenso y enviar al conjunto de la Ribera a la Primera División del fútbol sala español. Una victoria le separa del que podría ser uno de los hitos deportivos más importantes de la historia de la ciudad.

La cautela y la euforia reinan, a partes iguales, en la capital ribereña. La cautela la representa como nadie el técnico del Alzira FS, Braulio Correal. «No hemos hecho nada». Es el mantra que repite desde el primer triunfo ante O Parrulo, en las semifinales. En aquella eliminatoria, los gallegos igualaron la ronda al puntuar en el pabellón alzireño y el Family tuvo que lograr otra heroica victoria lejos de casa. El mensaje se mantiene inalterable. Nunca ha sido de los que vende la piel del oso antes de cazarlo y es algo que transmite de maravilla a sus jugadores. La euforia, por su parte, proviene de la ilusión que el club despierta en una ciudad con ganas de celebrar un ascenso histórico. Es tal que el miércoles se agotaron las últimas entradas. Más de dos mil quinientas personas abarrotarán el Palau d’Esports para presenciar el segundo partido de la final del play-off de ascenso, que volverá a enfrentar al Family y al Burela tras la victoria alzireña en la localidad lucense.

Hace siete días, equipo y afición sufrieron hasta el final. Los de Correal tuvieron que superar una prórroga, resistir con uno menos por la expulsión de su portero y enfrentarse a sus fantasmas en otra tanda de penaltis, con la derrota todavía reciente ante O Parrulo en el Palau d’Esports en mente.

El reto es mayúsculo. El Burela es un conjunto que militó la temporada pasada en Primera, con una plantilla de gran calidad y que, a lo largo del curso, se ha diferenciado como el segundo mejor equipo de la categoría. Para el conjunto gallego, no ascender supondría una decepción mayor que para el Family. El Alzira, en cambio, busca cerrar el que sería uno de los ascensos más improbables tras superar un play-off conformado por tres equipos que, al menos sobre el papel, eran más favoritos. Y cuatro años después de acceder a la categoría de plata desde Segunda B.

Dada la importancia del partido, la afición ha respondido y las entradas a la venta se agotaron con relativa rapidez. Sin embargo, el club no quiere que nadie se pierda el encuentro y habilitará una pantalla gigante en el recinto ferial. En dicho espacio, se ha previsto una fanzone que dispondrá de actividades varias desde la mañana, con música, alimentación y sorteos.