El Ayuntamiento de Alzira pedirá a las consellerias de Cultura y Hacienda que confirmen si todavía pueden ejercer el derecho de adquisición preferente sobre el monasterio de Aguas Vivas y, en caso de que la respuesta sea afirmativa, emplazará a la Generalitat a cumplir el compromiso de compra y posterior rehabilitación manifestado en los presupuestos participativos que impulsó el Botànic en la anterior mandato. El acuerdo responde a una moción conjunta firmada por los portavoces del gobierno tripartito (Compromís, PSOE y UCIN), el PP y Ciudadanos, que estaba previsto aprobar en el pleno que la corporación celebraba en la tarde-noche de ayer. Únicamente Vox se desmarcó de la propuesta conjunta.
La corporación municipal considera que la Administración «no puede dejar pasar esta oportunidad» y aboga porque este Bien de Interés Cultural (BIC) pase a formar parte «del patrimonio de todos los valencianos».
La propuesta de resolución alude a la información publicada en primicia por Levante-EMV sobre el acuerdo alcanzado por el administrador concursal con un empresario para la venta del monasterio tras unos años de abandono que han acelerado su degradación. La condición de BIC permite a la Administración ejercer un derecho de compra preferente o tanteo y fuentes de la Conselleria de Cultura manifestaron que persiste la voluntad de adquirir el monasterio, que los técnicos consideran que se puede ejercer ese derecho y que se va estudiar el expediente, aunque también reconocían que no sabían si la operación se podrá llevar a cabo.
La compra y rehabilitación del monasterio de Aguas Vivas es uno de los proyectos que la pasada legislatura se incluyeron en los presupuestos participativos del Consell con una asignación de diez millones de euros. La dirección general de Cultura negoció la adquisición y llegó a cerrar un acuerdo por un 1,7 millones de euros. El expediente, no obstante, encalló en la Conselleria de Hacienda y la operación nunca se llegó a materializar.
En este ínterin, hace un par de semanas se cerraba el acuerdo de compra de este conjunto por parte de un empresario de la Ribera que pretende recuperar el uso hostelero. Compromís per Carcaixent emplazó desde un primer momento a la alcaldesa, Carolina Almiñana, a solicitar a la Generalitat que ejerciera el derecho de adquisición preferente y también el alcalde de la Barraca, Gilles Denans, se ha mostrado partidario de que el bien pase a ser público. El Ayuntamiento de Alzira se sumara a esta demanda en el momento que la conselleria le notifique que está en disposición de ejercer ese derecho, según una enmienda incorporada por el PP a la propuesta de resolución.
«Este es el momento de actuar, dado el interés de las administraciones locales y autonómica en el edificio, para conseguir los objetivos planteados en su momento e incorporar el monasterio al patrimonio del pueblo valenciano», señala la resolución aprobada por el pleno, que expone que aunque puedan existir dificultades técnicas, si la conselleria habilita recursos ya sea en el presupuesto de 2023 o en el de 2024 «la compra puede hacerse efectiva en un período de tiempo muy breve». «El Monestir d’Aigües Vives tiene que formar parte del patrimonio de todos los valencianos y valencianas y hacerlo posible solo está en las manos de la Generalitat», expone la propuesta de resolución aprobada.