La plaga de la procesionaria se extiende por la sierra ribereña

La Serra de les Agulles se sitúa en la zona media de afectación

La Ribera Baixa está entre la superficie de infestación más alta

Embolsamiento provocado por la procesionaria en un pino urbano de Alzira.

Embolsamiento provocado por la procesionaria en un pino urbano de Alzira. / Levante-EMV

Alzira

La Ribera no está entre las zonas en las que se ha observado un mayor crecimiento de la plaga de la procesionaria que afecta a los pinos, aunque una parte de la superficie forestal, la que corresponde a la Serra de les Agulles, se sitúa en la zona media de daños por el gran tamaño de la superficie en la que se detectan las larvas primero y luego las orugas que salen del embolsamiento sedoso en el que crece para enterrarse en el suelo y pasar a la fase de crisálida.

La procesionaria está considerada por los expertos una de las plagas más relevantes en la provincia de Valencia. Se trata de un lepidóptero que a lo largo de su desarrollo larvario produce la defoliación de los pinos que coloniza. Este daño no causa la muerte de los individuos afectados ya que en la temporada siguiente estas coníferas reponen sus acículas. Sin embargo, es un factor que puede propiciar el debilitamiento de los pinos, y unido a otros factores ambientales desfavorables o a otros agentes patógenos provocar su muerte.

Más peligrosas resultan las orugas al entrar en contacto con el suelo. Esos gusanos están cubiertos de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas. También en animales de compañía como los perros, que se acercan a olisquear a la orugas y pueden provocar reacciones graves que incluso pueden ser mortales. Los expertos aconsejan no manipular ni molestar a las orugas y trasmitir a los niños que tampoco lo hagan. 

Por comarcas es el Rincón de Ademuz la que presenta el mayor índice de infestación de la provincia. Asimismo, L’Horta Sud y La Ribera Baixa muestran índices de infestación relativamente altos respecto del promedio provincial. No obstante, estas dos comarcas no destacan por tener masas en grados de infestación medio-alto, sino por presentar un relativamente alto porcentaje de su superficie en el Grado Uno (80 y 51%, respectivamente), según señalan los informes de evaluación del año 2022 elaborados por la Conselleria de Medio Ambiente.

La presencia de orugas en el ámbito urbano tambien genera cada vez más alarmas ciudadanas. Vecinos de la Plaça del Sans de l’Énova han reclamado a las autoridades locales que intervengan al aparecer algunos ejemplares junto a un parque infantil, conforme avanzó ayer este periódico. La cercanía del monte propicia ese tipo de incidentes.

El insecto perforador también afecta al pinar de la Ribera

La incidencia de insectos perforadores en los pinos de la comarca también ha sido constatada por los expertos de la Conselleria de Medio Ambiente en la Serra de les Agulles. El año pasado se detectó un aumento de las masas totales afectadas por perforadores, tanto en zonas ascritas a la Ribera Alta como la Baixa. Esos pasásitos realizan perforaciones en ramas, fustes o raíces de los pinos. Destacan por causar más daños los escolítidos pertenecientes al género Tomicus sp, que también incluiría a los dos ecotipos de este género (Tomicus piniperda y Tomicus destruens) que existen en las masas de pinar de la provincia de Valencia, y en mucha menor medida por el curculiónido Pissodes notatus.  

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