Alzira completa el canal de protección frente a las inundaciones de los barrancos

El ayuntamiento finaliza con cerca de dos años de retraso el cauce que interceptará las escorrentías de los cuatro torrentes que han anegado en los últimos años los barrios más bajos

La mejora del drenaje se debe reforzar con la ampliación del Casella

Las obras del canal interceptor contra inundaciones de Alzira ya han concluido

Perales Iborra

El casco urbano de Alzira estará más protegido contra las inundaciones que han provocado los barrancos en los últimos años el día que, tras muchos meses sin apenas precipitaciones relevantes, vuelva a llover con intensidad. El ayuntamiento ha completado finalmente las obras de la segunda fase del canal interceptor, concecibo para canalizar las escorrentías de cuatro barrancos que confluían en el Camí dels Pescadors en un tramo muy corto, que se habían convertido en una auténtica amenaza tras los nuevos desarrollos urbanos en este sector este de la ciudad.

Las obras de este canal de 720 metros de longitud que conecta a la altura de la rotonda de la CV-50 con la primera fase, el denominado Canal de les Basses, se han demorado mucho más de lo previsto debido a diversas vicisitudes -muy lejos quedan aquellas previsiones de que pudiera estar acabado en otoño de 2022- y se han completado mientras sigue pendiente la solución al barranco de la Casella, hacia el que se canalizarán todas estas escorrentías por el canal de Les Basses y cuyas crecidas acaban por impedir el desagüe. 

Ampliación del Casella

Con todo, la anhelada ampliación del barranco de la Casella también parece más próxima con el proyecto asumido por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para dar una mayor amplitud a su cauce desde el Pont de Xàtiva a la desembocadura en el río, mientras que esta misma semana se podría definir cómo se aborda la sustitución de propio Pont de Xàtiva, un auténtico cuello de botella en caso de crecida. La dirección general del Agua cuenta con cinco millones de euros asignados por el Gobierno para esta actuación y solo falta consensuar con los ayuntamientos de Alzira y Carcaixent cómo se resuelve.

Los barrancos de la cuenca este de Alzira se han convertido en los últimos años en la principal amenaza, al provocar inundaciones cíclicas en los barrios de Les Basses, la avenida Josefina Fernández, Venècia e incluso el entorno del parque de l’Alquenència. Se da la circunstancia de que, en un tramo muy corto, confluyen el Barranc de les Estreles, el Fosc, el de Gràcia Maria y el Barranc de l’Arena. El Barranc Fosc desembocaba directamente en el alcantarillado, lo que representaba un foco de problemas. 

El Canal de les Basses, la primera fase

El Ayuntamiento de Alzira, en un intento de paliar la amenaza de estos torrentes, diseñó el Canal de Les Basses y, de la mano de la dirección general del Agua, impulsó su construcción con una inversión de más de 1,5 millones (sin contar el IVA) más los 146.132 euros aportados por el ayuntamiento para la expropiación de terrenos. Este canal ha ejercido de tanque de tormentas cuando el barranco de la Casella le impedía desaguar.

El nuevo canal interceptor, al que se han destinado 1,2 millones (más IVA) a través de la tarifa transitoria para inversiones de la contrata del agua, además de los 295.306 euros que costó la expropiación de terrenos, discurre en paralelo al Camí de Pescadors y en él confluirán las escorrentías que bajan del Respirall, el Racó y toda la cuenca del Barranc de l’Arena.

La futura ampliación del barranco de la Casella, en la que se contempla al menos tres actuaciones -el cauce bajo, el Pont de Xàtiva y el tramo hasta la Tanca de Sant Antoni en el que desagua el canal-, debe solventar los problemas de evacuación del canal, aunque los técnicos ya anunciaron en su momento que, en el peor de los casos, es decir, que una crecida del Casella obligue a mantener cerradas las compuertas, el canal interceptor aumentará la capacidad de almacenamiento, que pasará de los 30 millones de litros que pueden acumular en la primera fase a 50 millones. A partir de ese volumen sin que se puedan abrir las compuertas, las aguas se desbordarían por la calle Gandia.

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