Casi la mitad de los ayuntamientos de la Ribera cerraron el último año con déficit

Casi la mitad de los ayuntamientos de la Ribera cerraron las cuentas del pasado ejercicio en números rojos en un contexto de inflación y encarecimiento de costes que les pasó factura. Los balances municipales recopilados por el Ministerio de Hacienda no tienen en cuenta los recursos aportados por el Estado, que en más de un consistorio servirían para solventar el descuadre, ni los ahorros a los que pudieran recurrir para afrontar ese exceso de gastos.

Según el informe ministerial sobre la liquidación presupuestaria de las entidades locales del año 2023, veintidós de las cincuenta de la Ribera, incluidas las entidades de ámbito territorial inferior al municipio, presentaron un déficit en sus cuentas al cierre del ejercicio. 

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El mayor descuadre se produjo en la tesorería del Ayuntamiento de Carlet, que el pasado año se gastó alrededor de dieciséis millones y medio de euros e ingresó poco más de catorce. Casi 2,4 millones de déficit. Las cuentas consolidadas del consistorio de Alzira, por su parte, rozaron los dos millones de diferencia entre ingresos y gastos. Las arcas municipales percibieron, aproximadamente, cincuenta y tres millones de euros, aunque tuvieron que afrontar sobrecostes imprevistos que le obligaron a desembolsar más de cincuenta y cuatro millones y medio.

Algemesí y Almussafes

El Ayuntamiento de Algemesí y el de l’Alcúdia también se encuentran entre los que cerraron el ejercicio con uno de los déficits más altos, con 1,3 millones cada uno. Los casi veintisiete millones que ingresó la hacienda del consistorio algemesinense se quedaron por debajo de los más de veintiocho que gastó. En el caso del alcudiano, el informe ministerial refleja unos ingresos de 11,8 millones y un gasto de 13,1.

Almussafes completa el listado de cinco municipios con un mayor desequilibrio en las cuentas, pues su déficit el pasado año también excedió el millón de euros. El consistorio de la Ribera Baixa ingresó unos veinte millones y medio y gastó veintiuno y medio.

El resto de ayuntamientos que cerraron sus cuentas con saldos negativos fueron: Benifaió (-987.583 €), Sollana (-947.079 €), Sumacàrcer (-442.783 €), Benimodo (-393.669 €), Alfarb (-393.669 €), Polinyà (-309.555 €), Antella (-261.657 €), Massalavés (-208.833 €), El Perelló (-165.497 €), Beneixida (-145.090 €), Mareny de Barraquetes (-145.090 €), Favara (-114.094 €), Albalat (-112.105 €), Cotes (-98.024 €), Turís (-30.519 €), Riola (-27.895 €) y Manuel (-13.122 €).

Superávit en Alberic

Y como toda moneda tiene dos caras, los datos ministeriales también muestran más de veinte ayuntamientos que cerraron el ejercicio con números positivos. Cullera fue el que obtuvo un mayor superávit, con 8,1 millones de euros. Las cuentas presentadas a Hacienda rozaban los cuarenta y nueve millones de euros en ingresos, pero poco más de cuarenta de gastos. El consistorio de Alberic fue el segundo con una mayor capacidad de ahorro de la comarca, con algo más de cuatro millones tras un año en el que ingresó trece millones de euros y gastó casi nueve.

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Entre los más ahorradores se situaron, también, los ayuntamientos de Alginet y Montserrat, con dos millones de superávit, cada uno. El primero presentó al ministerio unas cuentas con casi trece millones de euros en ingresos y alrededor de once en gastos, mientras que el segundo ingresó unos once y gastó unos nueve. 

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